María Olivia Mönckeberg dispara contra el duopolio mediático de Edwards y Saieh: “Este libro ha sido silenciado y censurado”


Autor: Cristian

Materializar el periodismo de investigación en forma de libros es lo que cautiva a la académica de la Universidad de Chile, María Olivia Mönckeberg. En esta última entrega, El negocio de las universidades en Chile (2007), la periodista nos relata, con un texto profundo y contundente, lo que a su juicio ocurre actualmente sobre el lucro y la educación superior. La autora de El Saqueo de los grupos económicos al Estado chileno (2001), El Imperio del Opus Dei en Chile (2003), La privatización de las universidades: Una historia de dinero, poder e influencias (2005), esta vez nos ubica bajo el insólito mundo de la trama de influencias y poder que rodean al llamado “mercado” de las universidades.

“No me gusta hablar de las universidades como mercado, pero si hablamos de ‘mercado de las universidades’, por lo que uno observa, es uno de los menos transparentes. Partiendo por eso que dice que son corporaciones sin fines de lucro, sin embargo, la gran mayoría lucra. Sobre todo en las privadas lucran. Ese es uno de sus objetivos fundamentales”. Con estas palabras, María Olivia Mönckeberg, nos da a conocer uno de los principales resultados de su última investigación periodística.

-Según opiniones del mundo académico el libro revela una vergüenza nacional. ¿Comparte ese juicio?

-(En el libro) Hay cosas que como sociedad son bastante fuertes. Creo que es necesario observarlas y ver qué se puede hacer frente a esto. En el libro hay mucha información de actualidad, porque así como en el Saqueo hablábamos de algo que ya pasó, aquí hay datos del presente. Sobre todo en la parte del negocio del dinero. Realmente hay situaciones absolutamente vergonzosas y no sólo en las universidades privadas.

-¿Qué le sorprende durante la investigación?

-Mi sorpresa viene al darme cuenta que, por una parte, son muchos los personajes que fueron diseñadores de este modelo, tanto en la educación como en otros ámbitos, aparecen de dueños o figuras prominentes dentro de los consejos directivos en las nuevas casas de estudio -por ejemplo Hernán Büchi-. Lo otro que asombra es que siendo corporaciones sin fines de lucro, según la Ley, lucren a través de otras figuras como la inmobiliaria.

La nueva publicación tiene muchos temas tratados y la periodista comienza su relato haciendo un nexo con su libro del Opus Dei relacionando al movimiento con la Universidad de Los Andes, “porque creo que en el mundo de las universidades ha adquirido muchísima importancia la Universidad de Los Andes. Hechos ocurridos luego de la publicación lo comprueban: una vez más en la lista de los mejores puntajes de los egresados de colegios particulares pagados son vinculados al Opus Dei. Ha sido acreditada por 5 años. Como me dijeron los miembros del Opus Dei ‘su edificio (el de la universidad) está hecho para prevalecer por 300 años’. Ese imperio está en expansión en la educación superior, en los colegios y en la actividad empresarial”, sentencia la escritora.

Un dato luego de que el texto estaba en librerías. En El Mercurio aparece una columna de Ernesto Silva Bafalluy, rector de la Universidad del Desarrollo, militante de la UDI y padrino de una de las hijas de Joaquín Lavín. Silva habla de las “universidades exitosas” que según él van a desplazar al paradigma de las “privadas y tradicionales” y alude a tres universidades. “En eso coincido con Silva, pues son tres las que están acaparando a más élite actualmente. Estas son la de Los Andes, del Desarrollo y Adolfo Ibáñez”, expresa Mönckeberg. Estas representan un fenómeno de lo María Olivia denomina “el negocio ideológico”. “Esto es preparar personas, élites, preparar cuadros (en lenguaje marxista), para dirigir, hacer operativo y reproducir un modelo de sociedad por el que se la están jugando”.

Según la investigadora las tres representan universidades especiales. La de Los Andes posee acento religioso (Opus Dei). La Universidad del Desarrollo (UDD) matiz político, ya que está muy vinculada a la UDI. Hernán Büchi -ex ministro de Pinochet- es el presidente del consejo y su vicepresidente es Joaquín Lavín; y con énfasis en la ideología económica neoliberal clásica, la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI).

“Curiosamente en estas prima, aparentemente, ese afán (el del negocio ideológico) más que el de ganar dinero. En la UDD y UAI, probablemente se combinen las dos cosas. Esta última paga muy buenos sueldos a los profesores y los levanta de las tradicionales para que se vayan a trabajar con ellos y se van con los Fondecyt al hombro para poder decir que desarrollan la investigación. En el caso de la UDD, los que son sus dueños están metidos en inmobiliarias, por lo tanto están haciendo un negocio y están ganando plata con ella, y a la vez están influyendo. Se ha sabido que en sus centros de estudios se analizan programas de Lavín. Tienen una tremenda vinculación con el Instituto Libertad y Desarrollo (L&D), Cristián Larroulet que es el director ejecutivo de L&D, y a la vez es uno de los dueños y decano de la Facultad de economía de la UDD. Además las 3 están acreditadas por 5 años, más que algunas públicas”, explica la profesional.

No obstante, según la periodista, las tres tienen sus falencias, pues educan a personas que no tienen la posibilidad o la inquietud de forjar una federación de estudiantes. En la de Los Andes no hay centros de alumnos ni federación, en la UDD hay en pocas carreras y dicen que no tienen mayor interés en hacerlo. Es decir, carecen de organizaciones democráticas.

REACCIONES ANTE LA PUBLICACIÓN

El primer día luego del lanzamiento, Germán Cerón, que era uno de los dueños y rector de la Universidad Mariano Egaña -los estudiantes le decían la Mariano “Engaña”-, llamó indignado a María Olivia diciendo que ellos nunca habían dañado a nadie, “que cómo, que era una tal por cual una mentirosa”, recuerda Mönckeberg.

Cerón estaba furioso porque la periodista publicó que la Mariano “Engaña” estaba virtualmente quebrada. Luego de una larga conversación, la autora le explica que esa era la información que había obtenido en ese tiempo. “Es una universidad que no fue acreditada y por eso su situación se agudizó mucho. Por eso decidieron traspasarla. Esto es de locos. Nadie reconoce que las universidades se venden y se compran, pero efectivamente se venden y se compran. Uno sabe de toda esta gente que se molesta, esto porque les descubres, develas y eso es el periodismo de investigación, mostrar, transparentar que las cosas se hablen y discutan”, acusa María Olivia.

Con posterioridad 5 enero el socio de Cerón, Luis Alberto Werner-Wildner, envío una carta al director de la editorial Ramdon House Mondadori. Alegando que todo era falso y que cómo le podían publicar. Lo que ella le dijo a Werner-Wildner fue que por qué si afirmaba todo eso por qué no escribía una carta a un diario, pues tenía todas las libertades para hacer las acciones que correspondan. “No les gusta que se les toque ni un pelo de la cabeza. Ellos están acostumbrados a hacer y deshacer y se sienten tocados cuando uno trata de transparentar situaciones. Y empiezan ahí a pedir que los entreviste. Si son 36 universidades y multiplicamos por cada uno de los miembros de las juntas directivas actuales y del pasado tendríamos que entrevistar por cada investigación periodística a 500 o 600 personas. Sería la enciclopedia de las universidades”, desmenuza Mönckeberg.

-Algún otro caso

-También supe que estaba muy molesta gente de la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB). Ellos han estado haciendo una operación muy extraña con la Universidad Marítima, esta última fue creada por una fundación especial en los tiempos de Pinochet y está vinculada a la Marina. Ocurre que ahora hay un convenio con la UNAB y gracias a eso al estudiantado lo están encausando a la UNAB y la Marítima cerró las matrículas, que son situaciones absolutamente documentadas. Da la casualidad que el rector actual de la UNAB, es Rolando Kelly, hijo de Roberto Kelly ex oficial de la Marina y ex ministro de Pinochet.

SAIEH, EL EMPRESARIO ÁRABE

– ¿Hubo presiones o gestiones mientras escribía el libro? Se lo pregunto por el caso de Schaulsohn y Saieh en el Saqueo

– No hubo. En el caso del Saqueo fue muy divertido, pues llegó Jorge Schaulsohn de parte de Álvaro Saieh (dueño de Copesa, Corpbanca y de Unimarc). Me sorprendí muchísimo, no podía creerlo. Ahora es todo creíble por la posterior trayectoria de Schaulsohn. Se filtró un borrador del Saqueo y no encontraron nada mejor que ir a hablar conmigo para que sacara a Saieh del libro o bien lo entrevistara o cambiara el título, ya que Schaulsohn decía que no era un saqueador. La historia dice que a Saieh no le importa que se diga que tiene poder. Schaulsohn me transmite un discurso de que Saieh había hecho su fortuna en los gobiernos de la Concertación.

-¿Considera que Saieh hizo su fortuna en forma limpia y transparente?

-No pues, y no la hizo en los gobiernos de la Concertación. El era un empleado público que trabajaba en el Banco Central. Era un protegido de Álvaro Bardón (Chicago Boy). En esos inicios tuvo negociaciones con militares. Es amigo de Lucía Pinochet hija, fue favorecido por la reprivatización del Banco Osorno y La Unión. Luego se ve favorecido por las negociaciones en torno a Copesa. Simultáneamente, Saieh, aparte de los negocios, creó una consultora Econsult. Además trató de generar toda una economía a su pinta en la U. de Chile. Llegó a ser decano y prorrector, pero quería ser rector delegado de Pinochet. Tuvo que salir porque fue sorprendido en una conversación criticando al rector, que era un militar, con Miguel Kast (uno de Ios ideólogos del modelo económico del régimen militar). Después de salir de la U. de Chile volvió a sus negocios. Y se metió en la Universidad Andrés Bello, fue co-dueño, pero aparentemente ya no, se habría salido.

-La historia dice que el empresario árabe fue uno de los que amputó a la U.de Chile de sus sedes regionales ¿Hubo un plan para destruir la casa de Bello?

-Sí, claro. A los Chicago Boys, a los asesores civiles de Pinochet y a los gremialistas no les interesaba la U. de Chile. Porque significaba una amenaza para su proyecto a largo plazo.

-Se vio beneficiado algún círculo de poder vinculado a Pinochet por las universidades privadas.

-Sí, pero no necesariamente de su familia. Partamos con que el pinochetismo no es sólo Pinochet y su familia. Hay algunos que no lo dicen porque hoy en día no es popular decir ‘yo soy pinochetista’. Todo lo contrario hay mucha gente que prefiere no hacerlo, sin embargo, esa derecha dura que estuvo cercana a Pinochet, los civiles que estuvieron con él, por cierto que se han beneficiado con esto. Es la gente que diseñó, es la gente que estuvo con él, es la gente que influyó. En el caso de la UDI, Hernán Büchi fue su ministro de Hacienda y el jefe de gabinete de éste era Cristián Larroulet, pinochetismo puro. Aparecen también, Ernesto Silva Bafalluy, el grupo Penta (Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín), entre otros. A mi juicio pertenecen a ese pinochetismo económico. Que no les guste hoy o no les convenga tácticamente, es otro cuento.

CENSURA MEDIÁTICA

-¿Cuál es el rol de los medios de comunicación en el negocio de las universidades?

-Ufff!… Los medios de comunicación masivos tradicionales, por llamar de alguna manera a los grandes diarios de papel, están estrechamente vinculados. De lo que he podido percibir en los dos últimos libros, particularmente en El negocio de las universidades que abarca 20 capítulos con actualidad absoluta de un tema como la educación que está en el tapete, considerado uno de los principales temas país, es que hay bastantes antecedentes. Sin embargo, este libro ha sido silenciado, ha sido censurado.

¿Por quién?

Por los dueños de los medios de comunicación. Por quienes concentran el poder comunicacional en Chile. El imperio Copesa, que encabeza Álvaro Saieh, y el imperio de El Mercurio, que es dueño Agustín Edwards. Esto porque en la ceremonia de presentación del libro, encabezada por el rector Víctor Pérez y el profesor de la facultad de derecho, abogado, Pablo Ruiz Tagle Vial, quien fue propuesto como Contralor de la República, son personas cuyas opiniones revisten interés cuando se está hablando de educación y del negocio de la educación. Fueron muchos medios de comunicación a cubrir el evento. Al otro día aparecen nueve líneas en El Mercurio, con el característico estilo mercurial, gracioso, divertido, en un recuadrito en el contexto de una conferencia de prensa de la ministra de Educación Yasna Provoste. La UPI lo cubrió como un hecho noticioso, apareció en Ercilla y La Nación. Alcanzó a salir en La Tercera on line, pero no en papel. Después nunca más. Canal 13 estuvo presente, pero en su informativo central no mostraron nada. Una periodista de La Segunda llamó por teléfono y la entrevista no salió publicada. Yo observo no más. Mis ojos de investigadora también se extienden a eso, porque me dan una medida de la falta de libertad de expresión en este país. Ellos solitos me van haciendo un estudio, me aportan datos. Creo que son operaciones silencio. Quieren silenciar, acallar. Sólo el contenido del libro habría dado para muchas notas periodísticas, sobre temas candentes.

-Lo esperaba…

-Sí, lo esperaba. No sería la primera vez que me intentan silenciar. Me contaban que en Chilevisión Alejandro Guillé mostró el libro, en TVN ni una palabra. No es que uno se crea un gran autor, pero creo que hice un buen trabajo que habría aportado al debate y al mayor conocimiento de las cosas. Nada en Qué Pasa, nada en Caras y una notita en Cosas.

En contraposición, hubo acogida fuerte y muy entusiasta en radios. María Olivia desfiló por la radio U. de Chile, Cooperativa, Bio Bio y Nuevo Mundo. En las del Grupo Prisa: W y Concierto. “Por más que se discuta, que si hay o no monopolio, en las radios hay más pluralidad”, sostiene María Olivia.

Según la investigadora la explicación que tiene esta censura, “es que aquí se juntan las dos patitas de este negocio. El duopolio mediático y las publicaciones ligadas a empresarios como diarios económicos, están de acuerdo con lo que está ocurriendo y con el afán de ganar dinero. Los medios ganan con la publicidad. Ocurre que la publicidad que están haciendo las privadas es tan importante, que hace que obedezcan a los criterios que ellos creen. Pero además se identifican. Por eso tienen una doble razón para censurar estas cosas que no les gustan”.

-¿Qué le preocupa?

-A mí me preocupa como sociedad lo que está ocurriendo. Esos jóvenes que están año a año siendo apabullados por la publicidad, en que muchas veces sus padres no tienen la información para juzgar, se van endeudando en una cosa que no sabemos cuál es su destino ni calidad. Es muy complicado.

-¿Qué hará?

-No me voy a dejar silenciar por el duopolio y por los dueños de las universidades privadas. Voy a tratar de que la gente discuta, no podemos seguir en esto. Tengo alguna esperanza sobre lo que viene ocurriendo sobre todo después de los pingüinos.

-Hace poco murió su amiga Patricia Verdugo. Ella hizo periodismo de investigación de forma destacada desde los 80 y no figuraba en ningún medio actualmente, ni sus colegas ¿Por qué?

-(Los dueños de los medios) Han tratado de que no. Se relaciona mucho con lo que hablamos. Incluso cuando veía en el funeral de la Patricia gente que allí estaba muy consternada. La Patricia no estaba trabajando en medios y había mucha gente de medios allí. Creo que a la gente que manejaba los medios no le conveníamos. Yo nunca podría haber trabajado en un diario de Edwards, ni lo pretendo. Menos con Saieh.

DUEÑOS DE UNIVERSIDADES

ADOLFO IBAÑEZ

Con acento en la ideología económica neoliberal clásica. El Presidente de la junta directiva es Sergio Undurraga Saavedra uno de los economistas que ideó “El Ladrillo”. Texto clave en la fabricación del modelo económico de la dictadura. También está Manuel Ibáñez, dueño de D&S (Líder). Otro nombre que aparece en el directorio es Alfredo Prieto, subsecretario de Educación desde 1976. En el año ’80 asumió como ministro de esa cartera, donde se mantuvo por dos años. Suficiente para firmar todas las leyes que hoy rigen nuestro sistema de educación.

Llama la atención uno de sus miembros honorarios: el Nobel de Economía norteamericano, Milton Friedman. Acérrimo defensor del libre mercado. Friedman visitó Chile en 1975 y ejerció formalmente como asesor de gobierno y mantuvo contacto personal con Pinochet. Murió en 2006. Otro que destaca es el Cardenal Jorge Medina Estévez.

U. MAYOR

En la Universidad Mayor, su junta directiva hasta hace poco parecía una sesión del gabinete de Pinochet. Su presidente sigue siendo Ricardo García Rodríguez (ex ministro del Interior y de Relaciones Exteriores del dictador). En ese directorio están también Hernán Felipe Errázuriz, ex canciller y abogado de Pinochet además de ex embajador de Chile en Estados Unidos; y Jorge Prado Aránguiz, ministro de Agricultura de Pinochet. Además, aparecen personajes de la Concertación como Jaime Ravinet de la Fuente, también está el ex director de El Mercurio Juan Pablo Illanes. Como vicerrector está René Salamé Martín, el ministro de Educación que promulgó la LOCE durante la dictadura.

NACIONAL ANDRÉS BELLO

Álvaro Saieh Bendeck, dueño de Copesa, Corpbanca y Unimarc, estuvo fuertemente vinculado a esta casa de estudios, ya no aparece en el directorio. El rector es Rolando Kelly hijo de Roberto Kelly ex oficial de la Marina y ex ministro de Pinochet. Preside la junta directiva Miguel Ángel Poduje, lugarteniente y socio de Saieh, ex ministro de Vivienda y Secretario General de Gobierno durante la dictadura. “Por eso, aparentemente, no figura el empresario árabe, puede ser una apariencia”, expresa Mönckeberg. Vicepresidente Ignacio Fernández Lorens otro de la UDI y vinculado a Pinochet. Marcelo Ruíz (UDI), tesorero.

FINIS TERRAE

Los Legionarios de Cristo son los dueños de la Universidad Finis Terrae. Parte sólo con economistas en 1988. Entre los principales fundadores están los Chicago Boys, Pablo Baraona (autor de El Ladrillo y pinochetista), Álvaro Bardón y Sergio de Castro. Aparece también Bruno Philippi, actual presidente de la Sofofa. Ellos forman esta universidad, pero con el tiempo les fue faltando plata para agrandarse y ahí aparecen los Legionarios de Cristo. Establecen una sociedad con ellos, se fusionan y quedan en iguales proporciones. Pero la convivencia fue mala, tuvieron muchas crisis. Finalmente los Chicago Boys le vendieron su parte. Sólo quedó Álvaro Bardón. La UFT estaba de capa caída, no aparecía en el cuadro de honor de las privadas, estaba en un tercer nivel. Los nuevos dueños se preocuparon del asunto y trajeron a un legionario chileno que estaba en la U. Anahuac (Méjico), Cristian Nazer Astorga, que es laico consagrado, es decir, soltero y con votos. Llegó a Chile y se convirtió en presidente de la junta directiva. En la junta directiva asoman José Fernando Barros Tocornal (primer abogado de Pinochet en Londres) y Guillermo Luksic Craig, entre otros. Y un dato sorprendente: el director del Centro de Globalización Aplicada es el ex ministro de Hacienda de Eduardo Frei, Eduardo Aninat.

Mauricio San Cristóbal


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