Desde que Barack Obama asumió la presidencia de Estados Unidos, en este país se han realizado más de 2 millones de deportaciones de migrantes indocumentados, numero con el cual el mandatario ha batido el récord de deportaciones sus antecesores.
En promedio, más de 1,000 indocumentados son expulsados diariamente de Estados Unidos
El gobierno del presidente Barack Obama está a punto de establecer una nueva marca de deportaciones, más de 2 millones en enero de 2014.
A la fecha lleva cuatro récords sucesivos entre los años fiscales 2009 y 2012, el último con casi 410 mil según datos proporcionados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
De mantenerse la tendencia, en enero la cifra total de deportados a partir del 20 de enero de 2009, fecha cuando Obama asumió la Casa Blanca, sobrepasará los 2 millones, un número sin antecedentes en la historia de Estados Unidos.
El presidente republicano george W. Bush deportó una cantidad similar pero en el curso de sus dos administraciones, entre el 2001 y el 2009.
Sin respiro
Obama en cambio sentó precedente a partir del primer año de su primera administración, cuando deportó a 389,834 indocumentados. En 2010 la cifra subió a 392,862 y al año siguiente, 2011, la cantidad de expulsados fue de 396,906, con un average de 33,330 expulsados por mes.
Durante el año fiscal 2012 ICE deportó a 409,849 extranjeros de los cuales, aseguró, 55% (225,390) fueron declarados culpables de cometer faltas criminales graves y menores, lo que significó 1,122 indocumentados deportados por día.
En Estados Unidos viven 12 millones de indocumentados que aguardan una reforma migratoria para legalizar sus permanencias.
Denuncia permanente
Activistas que luchan por los derechos de los inmigrantes, entre ellos el Consejo Nacional de La Raza (NCLR), el Foro Nacional de Inmigración (NIF) y la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA), entre otros, reiteran que entre seis a siete por cada 10 expulsados por el gobierno de Obama no tiene antecedentes criminales que representen una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Las mismas organizaciones le piden al gobierno de Obama que pare las deportaciones mientras el Congreso debate y aprueba la reforma migratoria, pero el mandatario ha dicho que no hay argumento jurídico para detenerlas y que la solución pasa por la aprobación de la reforma en el legislativo.
El diario La Opinión de Los Angeles dijo que muchos inmigrantes sin antecedentes criminales han sido deportados y que se trata de miembros productivos de la sociedad que dejan atrás familias e hijos ciudadanos estadounidenses.
“Nuestras leyes migratorias deben ser aplicadas para aumentar la seguridad pública, la de la frontera y la integridad del sistema migratorio, por eso nuestras prioridades se enfocan en la identificación de quienes han violado las leyes, los que han cruzado recientemente la frontera y los fugitivos de las cortes de inmigración”, afirma ICE en su declaración de principios.
La postura contrasta con los últimos datos de ICE al 9 de septiembre, donde el 44% de los deportados a esa fecha dentro del año fiscal 2013 carecían de antecedentes criminales.