Minsal se disculpó por declaraciones de ministra Molina sobre «clínicas cuicas» donde se practican abortos

El 21 de mayo pasado, la Presidenta Michelle Bachelet anunció que una de sus promesas sería el proyecto de ley de aborto terapéutico. En la ocasión se estableció que éste estaría limitado para 3 casos: inviabilidad de vida del feto, riesgo vital de la madre o en caso de violación. De aquel anuncio han pasado meses y aun no se ha legislado al respecto. La intensa discusión valórica en torno al tema ha hecho que éste no sea prioridad. Sin embargo, hoy la ministra de Salud, Helia Molina anunció que el proyecto será despachado a mediados de enero.

La ministra señaló al vespertino La Segunda que “como ministerio ya enviamos nuestro informe técnico,, médico y sanitario con definiciones y propuestas sobre el aborto terapéutico. En el documento se detalla, por ejemplo, qué se va a considerar un feto inviable y qué es una amenaza de vida para la madre”. Además precisó que “la interrupción del embarazo en estos tres casos, debe realizarse antes de las 12 semanas de gestación”.

Molina ejemplificó con casos de mujeres embarazadas que corren peligro de morir producto del embarazo, de fetos con nula opción de vivir y del “derecho” de una mujer violada a elegir si sigue o no con el embarazo. Sobre la oposición de los sectores conservadores contra esta iniciativa de Gobierno, Molina consideró «normal» el actuar de entes como la Iglesia Católica. Sin embargo aludió a la aceptación de parte de la ciudadanía con respecto a despenalizar el aborto bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, al ser consultada por quienes ponen la vida del feto por encima de la madre, la cabeza del Minsal respondió con una verdad que ya parece secreto a voces: “Esto es bien doble estándar, porque en todas las clínicas cuicas de este país muchas de las familias más conservadoras han hecho abortar a sus hijas. Las personas con más dinero no requieren de leyes, porque tienen los recursos.”

Sobre la objeción de conciencia, Molina señaló que es entendible y que los médicos que se nieguen a llevar a cabo un aborto terapéutico nadie los podrá juzgar. Sin embargo, puntualizó que “Donde se aplican las políticas del Estado, hay que hacer lo que la política y el Estado dicen”. Sobre la negativa del Hospital Clínico de la UC, la ministra dijo que pueden establecer esta posición en sus principios pero no podrán trabajar con Fonasa ni pacientes del sistema público.

Desde el sector conservador, tenaz opositor a legislar sobre esta materia superada en casi todo el mundo, se colgaron de la declaración de la ministra sobre las clínicas cuicas y el aborto en familias conservadoras con recursos, para pedir explicaciones y denuncias. Es así como el diputado de la UDI Javier Macaya calificó de graves los dichos de la ministra y la invitó a denunciar la información que pudiera tener para establecer esa afirmación, que en sí refleja una realidad que muchos sospechamos, no por nada se alude a las muchas operaciones de «apendicitis» realizadas en clínicas del sector oriente de Santiago. Pese a ello, y en una  posición muy propia de la UDI, Macaya dijo a La Tercera «O bien no está haciendo su trabajo o se lo toma con una liviandad increíble, que refleja las verdaderas intenciones de una agenda que pretende imponer ya no sólo el aborto terapéutico , si no que derechamente el aborto sin apellidos».

Además, desde las redes sociales personajes del retrógrado mundo de la derecha conservadora como Cecilia Pérez, ex ministra de Piñera, quien dijo vía Twitter «Ministra Molina, como funcionaria pública, tiene obligación de presentar denuncia legal q avalen sus dichos..de lo contrario debe renunciar!». La diputada UDI Marisol Turres que calificó la declaración de Molina como «vergonzosas, clasistas y sin fundamento alguno» y Nicolás Monckeberg que señaló: «Citaremos a ministra de salud para que entregue antecedentes concretos de su denuncia, si no existen, no tiene responsabilidad para el cargo».

Desde el Ministerio comunicaron que la declaración representa sólo la opinión personal de la ministra y se dio en una entrevista de casi dos horas donde esta frase salió en un ámbito informal. Además de que la autoridad lamenta las declaraciones que podrían «ofender o estigmatizar a ciertos grupos de la población o establecimientos de salud».