La brigada Al Khansa, la policía religiosa femenina del Estado Islámico en Raqqa, la capital de facto en Siria de la organización islamista radical, ha torturado a una mujer con una pinza metálica por amamantar a su hijo en público en el centro de la ciudad, informa ‘Mirror‘.
Los residentes de Raqqa aseguran que la mujer, que estaba dando el pecho a su hijo en la estación de autobuses de la ciudad, gritó de dolor cuando los militantes de Al Khansa usaron el instrumento de tortura contra ella. Otra mujer, de 24 años, afirma que fue arrestada y torturada por portar un velo supuestamente transparente. «Trajeron un objeto afilado que tenía un montón de dientes y un hombre me abrazó y lo colocó en mi pecho, presionando con fuerza. Grité de dolor. Más tarde me llevaron al hospital. Sentí entonces que mi feminidad había sido destruida por completo», relató.
El espantoso dispositivo, utilizado en la Edad Media contra las mujeres acusadas de adulterio, aborto u otros delitos, consta de dos mordazas de hierro cubiertas de púas que se sujetan alrededor del pecho de la víctima provocando un inmenso dolor.