En su discurso de toma de posesión, resaltó que Brasil vive el período más largo en su historia sin padecer una crisis institucional y adelantó que se emprenderán políticas para proyectos en educación, salud, seguridad ciudadana, así como distintos aspectos económicos, de desarrollo de infraestructura en transporte público y disminución de desequilibrios intrarregionales.
“Llegó el momento de continuar con nuestro proyecto, de nuevos objetivos, de un momento de mejorar lo que esta bien, corregir lo que sea necesario y hacer lo que el pueblo espera de nosotros”, expresó en las palabras ofrecidas durante la ceremonia que abre el período 2015-2019, realizada en la sede del Congreso Nacional, en Brasilia, “El pueblo entendió que es un proyecto colectivo y de gran plazo”, dijo la presidenta.
Rousseff señaló que en este nuevo mandato presidencial, la meta será el control de la inflación y el imperativo de la disciplina fiscal, sin dejar un lado la “necesidad de conquistar y merecer la confianza de los trabajadores y empresarios”.
Ante la presencia de jefes de Estado de 30 países, recordó que durante su primer mandato disminuyó la deuda neta del sector público, aumentaron las reservas internacionales y descendió la tasa de desempleo.
En ese sentido, garantizó que se continuará avanzando en la creación de una ambiente favorable para la actividad productiva del país, la inversión, la innovación, la competitividad y el crecimiento sostenible y ratificó su compromiso en el cumplimiento de los derechos de trabajadores y pensionados, así como de las políticas sociales.
“Todo esto con el objetivo de lo más importante y más prioritario que es el mantenimiento del empleo y la valorización muy especialmente del salario mínimo que vamos a continuar asegurando”, señaló la mandataria, quien afirmó que en 2015 se dará prioridad al desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación, y se trabajará en el fortalecimiento de las alianzas con el sector productivo y centros de investigación.
“Vamos a crear un ambiente mucho más favorable para los negocios, actividad productiva, productividad, y desarrollo sostenible, lo haremos con el menor sacrificio posible para nuestro pueblo, en especial para los más necesitados”, agregó Rousseff.
Indicó que se impulsarán medidas para la expansión de infraestructura de transporte público, la ampliación de las carteras de crédito, así como para la universalización para el servicio de Internet en banda ancha.
“La educación será la prioridad de las prioridades, sólo la educación es la que libera a un pueblo y les abre las puertas a un futuro cercano, a una educación de calidad a todos los niveles, debemos llevar a todos los segmentos de la población una educación de calidad”, recalcó.
Anunció que el área educativa recibirá más recursos, al tiempo que se comprometió a lograr que toda la población esté alfabetizada e indicó que su Gobierno estima otorgar unas 100.000 becas, a fin de que jóvenes brasileños se formen en las mejores universidades del mundo.
Para finalizar indicó que Brasil continuará siendo la séptima economía del mundo, la segunda nación exportadora agrícola, y también el quinto país con mayor inversión extranjera, al respecto señaló que continuarán incrementándose las reservas internacionales, que en la actualidad han alcanzado niveles históricos en la trayectoria de ese país, al sobrepasar los 370 mil millones de dólares y la generación de cinco millones 800 mil empleos formales.
Dentro de este segundo mandato, Brasil continuará integrado a alianzas como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y se profundizarán las relaciones comerciales y políticas con países africanos, asiáticos, árabes y europeos.
“Todas estas propuestas son con el objetivo de avanzar hacia el desarrollo de nuestro pueblo. Brasil no será siempre un país en desarrollo, el objetivo es ser un país desarrollado y ese es el camino que estamos construyendo”, dijo.