Una ola de extrañas muertes de pequeñas aves marinas grises de pecho blanco conocidas como Alcitas de Cassin, o mérgulos sombríos, tiene intrigados a los científicos estadaounidenses que investigan los motivos de la aparición de centenares de ejemplares desde la Columbia Británica en Canadá, hasta San Luis Obispo, en California.
Según Phillip Johnson, director general de la Oregon Shores Conservation Coalition, el epicentro de las muertes reportadas, declaró que lo acontecido supone «un evento interesante y algo misterioso por tratarse de muertes localizadas en zonas prolongadas y geográficamente extensas«.
El 21 de diciembre más de cincuenta pájaros fueron encontrados muertos en la playa de Seaside. Cinco días después, en Tillamok encontraron otras 132 aves muertas en la playa de allá, 126 de ellas pertenecientes a la especie alcitas de Cassin. En los días posteriores, se hallaron más ejemplares muertos de esta especie de aves en las playas de Moolack Beach, Beverly Beach.
Aunque es normal que algunos grupos de aves marinas mueran debido a las duras condiciones invernales o por fuertes tormentas, los científicos coinciden en lo inusual de estos fallecimientos en las costas del Pacífico de Canadá y EEUU. Las investigaciones llevadas a cabo determinaron que los pájaros habían muerto por hambre, por lo que se descarta la opción de que hubiera sido por una toxina. El misterio reside ahora en la razón por la cuál, desde el pasado mes de octubre, estas aves han encontrado problemas para obtener alimento.
Una de las opciones acuñada por los investigadores es una temporada de apareo muy fructífera que haya derivado en un rápido aumento de la población, lo que provoca que haya más pájaros jóvenes compitiendo por los mismos alimentos.
Otros investigadores apuestan más por el cambio climático como responsable de la muerte masiva de estas aves. Las tormentas inusualmentes violentas, según los defensores de esta teoría, podrían haber empujado a las aves a vivir en áreas a las que no están acostumbradas y en las que no saben encontrar suficiente comida como para sobrevivir. El aumento de la temperatura del océano así como de su nivel de acidez, puede estar afectando a las existencias de zooplancto -como el krill– que funcionan como alimento para las aves.
El Centro Nacional para la Salud de la Fauna del Servicio Geológico estadounidense continúa con la investigación y el análisis de los cadáveres de los pájaros para tratar de averiguar el misterioso motivo por el que han muerto centenares de estas aves marinas de forma inusual desde el pasado mes de octubre.