El diputado por Magallanes y ex dirigente estudiantil Gabriel Boric, no podía dejar pasar todo el escándalo del Caso Penta que dejó al descubierto lo sucio y vendidos que son algunos políticos. A propósito de los los aportes recibidos por postulantes al Congreso que mendigaban incluso “raspados de olla” al grupo Penta, el diputado militante de la Izquierda Autónoma dio a conocer su postura en una entrevista radial que a continuación desmenuzamos.
Boric aseguró que de comprobarse las contribuciones irregulares a campañas políticas, los involucrados deberían renunciar, idea que ha recalcado por estos días cuando desde su twitter increpa con fuerza que “son delincuentes comunes” mientras en su cuenta también está colgada la canción de Bersuit que versa “son todos narco (…) de los malos”.
En conversación con Cooperativa, Boric afirmó que «La gente que salga después de una investigación, con un debido proceso y con todas las garantías del caso, y se demuestra que hay alguno que recibió platas ‘truchas’ durante la campaña, yo creo que debiera renunciar. No es una persona digna de cumplir la función de representación del pueblo».Asimismo subrayó que a su juicio «el tipo que hace eso es un delincuente, un delincuente común y corriente. Me da lo mismo que tenga un terno caro, me da lo mismo que tenga un apellido rimbombante y si se comprueba de que hay irregularidades en eso, los delincuentes no pueden estar en el Congreso, o no debieran por lo menos». Declaración que fiel a su estilo franco y directo nos hace recordar cuando también dijo que los ejecutivos del fútbol como Yuraszeck son delincuentes comúnes.
A partir de la información revelada a la opinión pública del Pentagate, es que se pudo saber como Iván Moreira, Ena Bon Vaer y los controladores de holding acordaban la movida de billetes. Sobre esta situación, Boric la denominó como la «colonización de la política» por parte de los grupos empresariales a través de este tipo de financiamientos a candidatos parlamentarios.
Boric se refirió, como ha hecho en otras ocasiones, al fin con el que se desarrollan estas gestiones secretas, el afán que hay detrás de los aportes y del impacto real que hay en todo esto, pues finalmente los dineros para financiar campañas se tradujeron en presiones para legislar a favor de los mecenas de la política. El diputado dijo: «Me parece grave, más allá del caso particular de Ena von Baer, de Iván Moreira, de quien sea, es la colonización del empresariado a la política, porque lo que está haciendo el grupo Penta no es caridad, no es altruismo, ellos están invirtiendo y esas inversiones se materializan en leyes, en el debate público. Es algo que hay que tomárselo con mucha seriedad y que la democracia chilena no debiera soportarlo”.
Además dijo que «Desde mi punto de vista eso amerita por lo menos hacerse la pregunta de si es que gente que salió electa con malas artes tiene legitimidad democrática de estar representando a ciudadanos en el Congreso”. Aunque el Pentagate ha involucrado a la Unión Demócrata Independiente apuntando a sus figurillas más reconocibles, para Boric esta mala práctica “es transversal y el problema de la colonización del empresariado a la política es absolutamente transversal. Los grandes empresarios en Chile ponen huevos en todas las canastas».