Recientemente se conmemoró en Río Bueno el Día Nacional de la Educación Especial, con unas mini-Olimpiadas disputadas por diversas escuelas municipalizadas de la ciudad y el sector rural.
Inicialmente, El Ciudadano se propuso reportear la actividad, mencionar las escuelas participantes (Río Bueno, Pampa Ríos, Patricio Lynch, Cayurruca, Crucero y Mantilhue) y hacer una breve reseña de lo ocurrido en ese día, destacando la compleja y muy dedicada labor que realizan las educadoras diferenciales. Casi conformes, nos retirábamos con una leve sensación de “me falta algo…”.
¡Claro! “Sólo” nos faltaba agregar que la educación especial debe desarrollarse en condiciones muy precarias, con pocos elementos materiales y muy “a pulso” porque, aunque el Ministerio de Educación entrega una subvención escolar más alta por estos niños, los recursos con que cuenta el DAEM riobuenino son tan exiguos que todo lo que ingresa permite sólo evitar que se profundice el déficit. Resultado: la educación especial genera más ingresos vía subvención, los que requeriría para poder realizar una labor integral con los cerca de 120 niños que atiende, pero en la práctica no puede contar con tales recursos.
ANTES, LOS RECURSOS LLEGABAN
La coordinadora comunal de educación especial, profesora Nancy Soto, da más detalles: “nosotras somos las que nos complicamos. Se trata de lograr la mayor cantidad de objetivos posibles, pero con hartas falencias por el hecho de no tener recursos, no tener materiales. Por ejemplo esta actividad de hoy se logró con la cooperación de un concejal, Educación Extraescolar, Junaeb que regaló una colación, etc. Es bueno que la comunidad sepa de esta realidad. Tenemos la esperanza que esta situación cambie a futuro y volvamos a lo que ocurría a comienzos de los años 90, cuando los recursos efectivamente llegaban a la educación especial”.
En el nivel municipal nos confirman esta situación. El concejal y funcionario del DAEM, Claudio Mansilla señala: “El presupuesto de los Departamentos de Educación es uno solo y con ese presupuesto, tienen que administrar todo lo que es educación. Hay algunos fondos especiales que llegan para los Talleres de Integración y esos –tengo entendido- se entregan. Pero si tú revisas lo que es hoy el presupuesto de este y de cualquier Departamento de Educación, vas a ver que alcanza sólo para pagar sueldos”.
Para la educación diferencial, ésta no es una realidad sencilla de sobrellevar, especialmente porque deben hacer un esfuerzo adicional por mantener a los niños dentro del sistema municipal y evitar que abandonen sus estudios. “Nosotros como escuelas igual estamos peleando por mantener a los chicos.-dice la coordinadora Nancy Soto, quien trabaja en la Escuela Río Bueno- Y eso a la Municipalidad le ayuda, porque es una buena cantidad de recursos la que le está llegando. Nuestras matrículas son como máximo de 15 alumnos. Excepto los grupos diferenciales cuyo límite es de 23 niños. Pero nuestra labor definitivamente es difícil porque, por ejemplo, en el sector rural hay colegas que deben poner dinero de su bolsillo para poder realizar las actividades planificadas. Porque la otra opción sería no hacer nada..”
Ahora sí, creemos que la nota sobre la Educación Especial nos quedó más “redondita”.Eso sí, con la promesa de un próximo y merecido reportaje en profundidad.