Todos los días lunes a primera hora, en la UDI se realiza la reunión del comité comunicacional y en la última de estas reuniones, algunos dirigentes criticaron como «tardío» el intento de separar a la institucionalidad del partido, de las responsabilidades que a cada uno de los involucrados del caso Penta, les toca asumir de manera individual.
A pesar de que el día viernes, la mesa directiva ofreció disculpas públicas, ante dirigentes históricos como Juan Antonio Coloma o Andrés Chadwick, y que estas fueron valoradas, de todas formas, algunos miembros del partido señalan que falta convicción en la directiva para enfrentar a los involucrados en este escándalo de alto impacto noticioso y pedirles que asuman de forma personal sus ejercicios de defensa, además de sugerirles que den un paso al costado del partido, de manera más honrosa, antes de tener que obligar a la UDI a que asuma esa ingrata labor.
Javier Macaya, secretario general de la UDI, dijo la tarde del lunes una frase clave: “Para nosotros es muy importante que la UDI siga haciendo política”.
Con esta frase, claramente denota la molestia interna y que representa a muchos por tener que abocarse en este último tiempo a dar explicaciones, dejando al gremialismo fuera de la agenda política, y en nefastas condiciones de credibilidad frente a la población en general.
Fuentes del partido han comentado a un medio de Copesa, que además, a esta molestia generalizada se suma un nuevo agravante, que vendría a ser la posibilidad galopante de que Ernesto Silva, timonel del partido, sea citado a declarar. Esta intranquilidad surge a razón de que una sociedad, que mantiene Silva con el ex subsecretario Pablo Wagner, es parte de la querella que ha presentado el SII en contra el ex funcionario estatal. Este nuevo vértice del caso podría agudizarse luego de que el propio Wagner asegurara ante el fiscal que sus asociados aprobaban la ilegalidad de retiros de dinero.
Frente a este potencial escenario en el que podría encontrarse Silva próximamente, de encontrarse en la fiscalía para desmentir la versión de Wagner, definitivamente empaña la nueva estrategia del partido, planteada con la clara intención de “separar aguas” con el holding empresarial de Penta. Esta situación se vería considerablemente agravada, si el diputado Ernesto Silva fuera citado a declarar en condición de imputado.
Según lo que han expresado fuentes judiciales al mismo medio citado anteriormente, el fiscal Carlos Gajardo está considerando seriemante la posibilidad citar a Silva. Lo que todavía no está claro es en que calidad se realizará este llamado.
Anteponiéndose a este escenario, al interior del gremialismo ya se ha instalado el debate respecto de la conveniencia y el perjuicio de que Silva se mantenga en tan alto cargo de poder dentro de la mesa directiva del partido.
Por esta razón ya están apareciendo posibles nombres para suceder a Silva en el cargo. El primero de la lista es el senador Hernán Larraín ya que, al parecer, ha sido el que mejor ha enfrentado la crisis, al ser el primero en criticar «la teoría del empate» con que se ha enfrentado el proceso. Además, ha sido él quien desde hace algún tiempo viene instalando la idea de la refundación total que necesita la UDI.
A pesar de lo anterior, Larraín, el día de ayer, declaró lo siguiente: “Desconozco conversaciones que plantean cambios en la directiva, nadie ha hablado conmigo de ello, no los estimo oportunos.”
Otro posible nuevo presidente para la UDI es el ex ministro de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick. Sin embargo, no habría un concenso total frente a este personaje ya que en algunos genera la reticencia de que, si llega a ser el timonel del partido, inmediatamente se establecería un compromiso, aunque fuera únicamente tácito, con una futura campaña presidencial del ex presidente.
Finalmente están los miembros de la UDi que se muestran totalmente resistentes a la idea de un eventual cambio de directiva. Entre ellos destaca Juan Antonio Coloma quien considera que reemplazar a Silva no resolvería absolutamente nada, y que sería mejor esperar hasta marzo para considerar esta idea, mes en el que se verán materializadas las formalizaciones del caso.