Tras el incendio ocurrido en Valparaíso el 2014 se inició un trabajo de reconstrucción de las viviendas dañadas, ya que 3.582 inmuebles fueron afectados. En este contexto el Gobierno planteó como plazo límite para la reconstrucción en esta área el 2017. Ante este panorama surge esta pregunta: ¿La entrega de subsidios habitacionales quiere decir que se ha avanzado en la construcción de los inmuebles?
Frente a la catástrofe el Gobierno presentó un plan de reconstrucción que entrega subsidios habitacionales para la reparación, adquisición o construcción de viviendas. Contempla aseguramiento técnico con el objetivo de mitigar los riesgos existentes en los proyectos presentados por los damnificados a la Dirección de Obra Municipales permitiendo que sean aprobados por ella.
En lo concreto, para saber si existen avances en la construcción de casas. Se puede ver que hasta hoy se han asignado 1181 subsidios de los cuales 319 se encuentran terminados, en ejecución 267 y por iniciar 595. En términos prácticos el número de familias que actualmente ha podido materializar las soluciones son aquellas dueñas del reducido número de viviendas ya construidas.
Sin embargo, este martes la Ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, hizo el cierre de la primera etapa de reconstrucción en el puerto. Aquí informó que 2 mil 908 familias damnificadas han elegido reconstruir y permanecer en los cerros, o adquirir una nueva vivienda, y que la mitad de ellas tiene el subsidio en sus manos. Si nos quedamos con sus palabras la situación aparenta un gran progreso, pero ni los subsidios entregados o por entregarse aumentan el número de casas terminadas.
Saball comentó a Radio Bío-Bío que: “Las familias que reconstruyen en los cerros han tardado más en el proceso de aprobación de sus proyectos que las familias que adquieren una vivienda construida”. Esto porque el gobierno no permitirá que un subsidio sea asignado si no existe un proyecto concreto y seguro para ser aplicado.
Es necesario recordar que Valparaíso presenta una problemática urbana en términos de la distribución de las viviendas por la falta de un ordenamiento territorial adecuado. Esto podría ser apuntado como la principal causa de incendio. La tardanza podría ser consecuencia de ello pero no se justifica al considerar que son más de 3 mil familias las que después de 9 meses continúan sin una vivienda definitiva. Es difícil pensar que con este nivel de avance cumplan con el plazo de la reconstrucción en el 2017.