Los japoneses tienen una imaginación generosa, y esta vez idearon un exótico local: una especie de Pizza Hut atendido por felinos, quienes no solo no trabajan sino que se ganan nuestros corazones haciendo cosas de gatos.
Como un adolescente en su primer trabajo, los gatos están de mal humor. No quieren trabajar en la pizzería, y hacen lo que se les viene en gana. Se los ve desinteresados, en estado de alteración constante, irritables. ¿Será por las viseras rojas, que les aprietan las sienes? ¿O por el ruido perpetuo del horno de pizza? Sea como fuere, Tencho, Hime, Dora y Detch, los cuatro felinos que habitan esta bizarra sitcom express, están contratados por Pizza Hut Japón.
La marca decidió cautivar la atención de miles de nipones mediante el concepto Pizza Cat!, un espacio ficcional enteramente manejado por gatos. ¿A quién se le ocurrió tan delirante idea? A algún lisérgico creativo publicitario japonés. ¿Sería realizable? Y, no, la verdad que no, porque los gatos llenaría de pelos las pizzas, las olerían y quizás hasta las masticarían hasta cansarse, justo antes de escupir una bola de pelos y huir.
De más está decir que los animales no trabajan, se rascan o bañan sus partes, duermen la mona todo el día y convierten al camioncito de delivery en objeto de juego y jarana. ¿Alarmas? No nos importan. ¿Teléfonos que suenan? Ajá. ¿Hora de limpiar los suelos? Me voy de paseo en la aspiradora.
El local tiene página propia y, si uno pide pizza y no le llega, la empresa aclara que se debe seguramente a que los peludos empleados andan desmotivados, y que en realidad les importa un bledo si la comida llega o no a destino. Algo que todo humano querría poder hacer, claro, y por eso amamos tanto a estos atrevidos con bigotes que todo lo piden con un maullido.
fuente Foodbeast visto en Buendiario