El presidente estadounidense, Barack Obama, presentó el martes por la noche suInforme Anual sobre el Estado de la Unión donde aseguró que es hora de voltear la página tras 15 años de guerra y una histórica recesión. En un discurso dirigido hacia la clase media, anunció más impuestos a los ricos en el presupuesto federal, al tiempo que prometió una mayor asistencia en ingreso, educación y salud. En política exterior, volvió a adjudicarse el liderazgo mundial, proclamó terminada la guerra en Afganistán, solicitó la aprobación del Congreso para el uso de la fuerza contra el Estado Islámico en Irak y Siria y destacó el papel de la coalición internacional que encabeza ante la amenaza terrorista. Además solicitó el fin del embargo a Cuba y se opuso a introducir más sanciones a Irán, aunque defendió el aislamiento a Rusia.
En su discurso ante el Congreso, que por primera vez en seis años se encuentra bajo dominio republicano, el mandatario aseguró que “la sombre de la crisis ha pasado y el Estado de la Unión es fuerte” por lo que “es hora de voltear la página”. Con un tinte populista en el plano de la política interior y una retórica cargada de excepcionalísimo estadounidense en la arena internacional, marcó el debate político para sus últimos dos años de mandato de cara a las elecciones presidenciales de 2016.
“Nuestra economía está creciendo y creando puestos de trabajo en el ritmo más rápido desde 1999. Nuestra tasa de desempleo es ahora más bajo de lo que era antes de la crisis financiera. Nuestros niños se están graduando más que nunca. Nuestro pueblo está asegurado más que nunca. Y somos tan libres de las garras del petróleo extranjero como no lo hemos sido en casi 30 años”, aseguró Obama.
Asimismo, proclamó con total cinismo que el combate en Afganistán ha terminado. “Hace seis años, cerca de 180.000 soldados estadounidenses sirvieron en Irak y Afganistán. Hoy, menos de 15.000 permanecen”, sostuvo.
Tras elogiar el crecimiento económico el presidente estadounidense afirmó, “hemos salido de la recesión más libres para escribir nuestro propio futuro, más que cualquier otra nación en la Tierra”.
Obama adelantó que en el presupuesto federal que presentará ante el Congreso, se encargará de cargar más impuestos a los ricos y las instituciones financieras en vistas de reducir los impuestos y ofrecer mayores apoyos a la clase media, una propuesta con pocas posibilidades de prosperar. Asimismo, prometió subsidios para cierto tipo de educación superior, más vacaciones y licencias por enfermedad y maternidad, así como incrementar el salario mínimo
“La economía de clase media se fundamenta en la idea de que el país está mejor cuando todos tienen una oportunidad justa, todos hacen su parte y todos juegan con las mismas reglas”, enfatizó el líder demócrata aludiendo que la desigualdad económica se agudizó durante sus seis años de gobierno junto al estancamiento de los ingresos de la clase media y el incremento de la pobreza -mayormente entre la población afroestadounidense y latina-.
También mencionó brevemente, el debate sobre inmigración, y llamó a que “se trabaje conjuntamente para mantener nuestra tradición como una nación de leyes y de inmigrantes”.
Además, aludió al otro gran debate que sacudió al país en torno a los incidentes de brutalidad policiaca en Ferguson y Nueva York, y pidió que se trabaje conjuntamente para “reformar el sistema de justicia criminal para que proteja y sirva a todos”.
En cuanto a la política exterior de la Casa Blanca, el presidente se adjudicó otra vez el “liderazgo indiscutible” de Estados Unidos en el mundo al enumerar los últimos logros de su gobierno. “No cabe duda de que Estados Unidos lidera el mundo (…). Lo estamos haciendo mejor cuando combinamos el poder militar con una diplomacia fuerte, cuando aprovechamos nuestro poderío para formar alianzas”, aseguró.
En primer lugar, tras hacer mención a los ataques en Pakistán y Francia, Obama reiteró su promesa de “dar caza a los terroristas y desmantelar sus redes”, al tiempo que se reservó “el derecho para actuar unilateralmente” para actuar ante quienes representan una amenaza directa para estados Unidos y sus aliados.
Luego de más de 13 años de intervención estadounidense en Afganistán, destacó el rol de las fuerzas de seguridad y aseguró haber apoyado la transición democrática de la nación asiática. El mandatario subrayó que en la actualidad, en lugar de enviar tropas terrestres al extranjero, la potencia norteamericana se asocia con las naciones de Asia del sur a África del norte “para negar el refugio a los terroristas que amenazan a Estados Unidos”.
Sin embargo, Obama alertó que las amenazas terroristas continúan y abordó las operaciones militares que encabeza su país en Irak y Siria. Aseguró que la llamada coalición internacional está avanzando en “degradar y finalmente destruir” al Estado Islámico (EI), junto al apoyo a la “oposición moderada” en Siria. Al respecto, solicitó al Congreso que apruebe una autorización para el uso de fuerza contra el EI en el marco de la renovada ola terrorista que recorre Europa.
En segundo lugar, el presidente aseguró estar demostrando el poder de la fuerza y la diplomacia estadounidense respecto a Rusia. “Defendemos el principio de que las naciones más grandes no pueden intimidar a las pequeñas oponiéndonos a la agresión rusa, apoyando la democracia en Ucrania y a nuestros aliados de la OTAN”, enfatizó.
En este sentido, afirmó que los esfuerzos de Estados Unidos para crear una coalición anti-rusa a raíz de la posición de Moscú en la crisis de Ucrania han sido un éxito dado que “Rusia está aislada y con una economía en ruinas”.
Luego de alabar el aislamiento hacia Rusia, Obama calificó de obsoleta la política de bloqueo hacia Cuba. “Cuando algo no da resultado durante 50 años, es hora de intentar algo nuevo”, sostuvo y destacó que el cambio de la política hacia la isla “tiene el potencial de poner fin a un legado de desconfianza en nuestro hemisferio”. Bajo esta línea, exhortó al Congreso a empezar a trabajar para poner fin al embargo.
Respecto a Irán, el mandatario reiteró su oposición a introducir nuevas sanciones en el marco de las negociaciones por el derecho de la nación islámica a emprender el desarrollo nuclear con fines pacíficos. “Nuestra diplomacia está trabajando, y por vez primera en una década, hemos detenido su programa nuclear y reducido sus reservas. Entre hoy y la primavera tenemos la oportunidad de negociar un acuerdo que impida un Irán con armas nucleares”, indicó. Advirtió a los republicanos que vetará cualquier propuesta legislativa de sanciones que amenace los progresos logrados.
En tercer lugar, hizo alusión a la reciente disputa con Corea del Norte al instar a un mayor esfuerzo y apoyo del Congreso para combatir las ciberamenazas a escala mundial. “Ninguna nación extranjera, ningún hacker, debería poder apagar nuestras redes, robar nuestros secretos comerciales, o invadir la privacidad de familias estadunidenses, especialmente la de nuestros hijos. Estamos asegurando que nuestro gobierno integre inteligencia para combatir las ciberamenazas, igual como lo que hemos hecho contra el terrorismo”, subrayó.
En cuanto a África, destacó el rol desempeñado por su país en la región occidental del continente bajo el argumento de combatir la epidemia de Ébola y aseguró que la potencia norteamericana está preparada para enfrentar la propagación de enfermedades futuras en cualquier lugar del mundo.
Asimismo, se refirió a la región de Asia-Pacífico donde Estados Unidos lleva adelante la llamada política del “pivot asiático” -tendiente a mantener hacia 2020 al 60 por ciento de la Armada bajo el objetivo de “contener” a China con la que disputa por conservador la hegemonía mundial-. Allí el mandatario destacó la modernización de alianzas para “asegurar las reglas del juego” en el plano comercial, marítimo e internacional e instó al Congreso a apoyar el Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), así como a avanzar en otros acuerdos comerciales con Europa, como la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés)
Como era esperado, Obama renovó por sexto año su pedido a los congresistas de cerrar la cárcel deGuantánamo, al esgrimir que “no tiene sentido gastar 3 millones de dólares por preso para mantener abierta una prisión que el mundo condena y los terroristas utilizan para reclutar”. El mandatario destacó la reducción de la población carcelaria y sentenció “es hora de cerrar Guantánamo”.
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