Se reabre la investigación sobre la muerte de Pablo Neruda

Hace más de cuartenta años, un 23 de septiembre de 1973 Chile perdía a uno de sus escritores más conocidos a nivel internacional, el Premio Nobel y ex diplomático comunista Pablo Neruda. Tras esta trágica y repentina muerte existe toda una hipótesis basada en que el poeta no perió la vida por causas naturales, si no por la inyección de algún tipo de veneno.

Debido a todos los misterios que envuelven la muerte del poeta, el Programa de Derechos Humanos del ministerio interior formalizó su intervención en el proceso que investiga las razones de su decesión, con el fin de agilizar el proceso y conseguir hallar unos resultados concluyentes. El sobrino de Pablo Neruda valoró que por primera vez una institución del estado interviniera en esta causa. “Este Programa encontró que había un asidero jurídico y por eso se hicieron parte. Nosotros queremos agradecer, porque es una necesidad no tan solo para la familia, sino que para Chile y el mundo conocer las verdaderas causas de la muerte de Pablo Neruda”.

Rodrigo Lledó es el abogado del programa de DDHH del ministerio de interior que propuso realizar un segundo peritaje que estableciera si el cuerpo del poeta presentaba daños que pudieran haber sido causados por la acción del veneno. La hipótesis del veneno fue acuñada por el que fuera ayudante personal de Neruda hasta su último día de vida, Manuel Araya, quién aseguró que, tras ser internado en la Clínica Santa María, el poeta recibió una inyección en el abdomen. Araya declaró en varias entrevistas que Pablo Neruda estaba muy tranquilo cuando fueron a la clínica y que no tenía síntomas de estar sufriendo grandes dolores.

Ayala declaró que presenció como alguien se acercó al poeta para inyectarle algún fármaco -pensó él- justo al llegar a la clínica. El doctor Sergio Draper dijo después que a Pablo Neruda se le inyectó diporina para calmarle los dolores, «pero la dipirona no se debe inyectar en el estómago, ahí está el error de los doctores, Neruda murió después de la inyección de la dipirona«, denunció Manuel Ayala durante una entrevista.

En el año 2013 se realizaron pericias toxicológicas que, aunque no arrojaron resultados concluyentes sobre los motivos de la muerte de Neruda, sirvieron para rechazar la idea de que hubiera muerto por un paro cardiaco. En la ampliación de este informe se derminó que, aunque los informes toxicológicos habían salido negativos, eso no confirmaba ni desmentía que el poeta pudiera haber recibido algún agente químico, biológico o radiactivo que provocara el empeoramiento de su estado de salud.

Detalles como la inyección en el abdomen, la muerte repentina, el secretismo de la Clínica Santa María o que muriera justo el día antes de marcharse al exilio han determinado el inicio de esta nueva investigación para tratar de esclarecer las verdaderas causas de la muerte de Pablo Neruda.

“Lo que es claro en la causa, revisando toda la causa, no solamente esta última pericia, es que Pablo Neruda no muere de cáncer, si bien él tenía cáncer y estaba afectado de cáncer la causa de muerte hoy día es desconocida. Las pericias del año 2013 establecieron que el poeta tenía cáncer, pero no establecieron que murió a causa del cáncer, lo que hoy día se está intentando con estas nuevas pericias es ver daño celular que podría haber provocado un veneno que ya no está presente en el cuerpo” explicó Rodrigo Lledó, el jefe del área jurídica del programa.

Las nuevas pruebas periciales se centrarán en las materias inorgánicas, posibles materiales pesados y eventualmente orgánicos que no habían sido analizados anteriormente. Con estas pericias de genética forense microbiana se podrá ratificar la existencia o no de algún elemento que no se encntró en el tejido biológico y podía esconder las causas de la polémica muerte del poeta Pablo Neruda.