Señores:
“El Ciudadano”
A raíz del XV Congreso Nacional del Colegio de Asistentes Sociales de Chile y del II Congreso Latinoamericano de Trabajo Social, resumo algunas ideas sobre el Servicio Social y el Quehacer Profesional del Trabajador Social en el Perú.
Desde una perspectiva sociológica, considero que el Servicio Social -concebido bajo los albores del capitalismo monopolista- no podía tener otro destino que virar hacia paradigmas económico-sociales y superestructurales del sistema que lo vio nacer. Este imaginario social es esencial para comprender los retos de la profesión en el siglo XXI.
El Trabajo Social en mi país conjetura una constante crisis de identidad; producto del confusionismo ideológico y de influencias coyunturales filosóficas, sociológicas y psicológicas.
Esta situación ha conllevado a que no se conozca, epistemológicamente, qué se entiende por Servicio Social; qué es el Trabajo Social; o cuál es la teoría, el método y las técnicas sociales en las cuales se sustenta como carrera universitaria.
La Reconceptualización del Trabajo Social –creado por el Grupo ECRO en los años de 1960 en América Latina- no le hizo bien, académicamente, a la profesión en mi país.
Todo lo contrario; a casi medio siglo de haber sido implementada en las Universidades Públicas y Privadas en mi patria, el ejercicio de la profesión no tiene la trascendencia científico-técnica que pueda contribuir al desarrollo económico-social de la nación.
La década del ’90 marcó el inicio del fin del Trabajo Social como carrera universitaria en el Perú.
La revolución de las tecnologías dejaba atrás el Estado-Nación benefactor, uno de los pilares esenciales de los orígenes del Servicio Social en esta parte del continente.
La globalización se vuelve más atractiva y se encumbra ligada a otras metáforas: ‘Primera Revolución Mundial’ (Alexander King); ‘Sociedad Informática’ (Adam Shaff); ‘Tercera Ola’ (Alvin Toffler); ‘Sociedad Amébica’ (Kemichi Ohmae); ‘Aldea Global’ (Meluhan); ‘La existencia de una economía de Ligh Volume a otra de High Value’ (Robert Reich); ‘Un Universo hablado por ‘objetos Móviles’ (Jacques Attali); entre otras, que los catedráticos -Trabajadores Sociales de Perú-, no supieron interpretar en las aulas universitarias y en sus escritos académicos.
Actualmente las carreras de Trabajo Social sólo subsisten en las Universidades Públicas, porque el Estado Peruano no puede desconocer la Ley Universitaria y los Convenios de estabilidad laboral de los docentes. En cambio, en las Universidades Privadas, desde principios de este siglo, cierran progresivamente sus Facultades y Escuelas de Trabajo Social.
Aun así, pienso que el Trabajo Social y su Quehacer Profesional. no es más que el rostro humano frente a la globalización.
Un saludo desde la ‘Ciudad Blanca’ del Perú, Arequipa.
ADEL HURTADO VERA