Temporal de nieve en Nueva York, ¿consecuencia del calentamiento global?

Que los fenómenos meteorológicos, como las olas de calor, la nieve o la lluvia, se hayan intensificado en los últimos años no es casualidad, si no una consecuencia directa del aumento de la temperatura del planeta que el ser humano está provocando.

Temporal de nieve en Nueva York, ¿consecuencia del calentamiento global?

Autor: Marta Ubeda

Tormenta Nieve Nueva York Casa

Una de las consecuencias más importantantes y perceptibles del calentamiento del plantea es el aumento y la intensidad de los eventos atmosféricos relacionados con el calor y el frío extremos.

Ejemplo de esa intensificación es el caso de la tormenta de nieve que está sufriendo la ciudad de Nueva York estos días y que tiene los servicios de transporte paralizados y todas las alarmas activadas. Si la temperatura del planeta amenta, ¿por qué se producen este tipo de temporales extremos de frío?.

El aumento de la temperatura de la Tierra es indiscutible. La expulsión a la atmósfera de gases de efecto invernadero que provienen de actividades humanas ha provocado que, junto a la subida de la temperatura del planeta, aumenten también los fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, ciclones, borrascas o cambios radicales y precipitados del tiempo. Cada vez son más comunes las noticias sobre nevadas inusuales, sequías extremas o inundaciones en lugares donde no suele llover.

Según Diario Ecología, el calentamiento global puede aumentar la frecuencia de las olas de frío y de las olas de calor porque, cuando se modifica el balance energético de un sistema, se cambia el punto de equilibrio. La Tierra recibe energía procedente del Sol en forma de radiación electromagnética, la superficie terrestre recibe radiación ultravioleta y emite radiación terrestre en forma de radiación infrarroja. Estos dos grandes flujos de energía deben estar en balance, pero los gases de efecto invernadero absorven parte de la radiación que emite la superficie terrestre, lo que provoca que aumente considerablemente la temperatura de la Tierra. «Los cambios radicales de temperatura son la forma natural que tiene la naturaleza de volver a equilibrarse«, publica el Diario Ecología.

En Nueva York soportan la temperatura más baja desde 1898 mientras que Argentina vivió el diciembre más caluroso jamás regristrado con una temperatura media de 31,3 grados. Al mismo tiempo, los glaciares retroceden, los desiertos avanzan y algunos lagos dejan de congelarse, lo que los expertos interpretan como consecuencias directas de un cambio climático que se está produciendo por la falta de control y de responsabilidad por parte de los gobiernos.

Estas son algunas de las impactantes imágenes que está dejando a su paso la tormenta de nieve que tiene paralizada la ciudad de Nueva York:

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