Hoy a las 17 horas dos trabajadores del Hospital Regional de Valdivia inician su segundo día en huelga de hambre para exigir la remoción de un profesional de la salud (supuestamente médico o doctora), a quien acusan de acoso laboral, hostigamiento y maltrato.
Los funcionarios del área de psiquiatría exigen la remoción del facultativo mientras dure el sumario que se lleva en su contra por maltrato a pacientes, pues las malas prácticas laborales vienen sucediendo desde 2012.
César Collao, dirigente de la Asociación de Funcionarios del Hospital, explica que el personal ya reventó, pues debían pasar por el hostigamiento, ser espiados y vigilados a escondidas, lo que al final es incómodo y desgastante. “Los funcionarios están todos nerviosos”, manifiesta.
Collao precisa que lo que están solicitando es que al profesional de la salud se le realice otro sumario administrativo, ésta vez por acoso laboral; el cambio de servicio de la persona cuestionada; que no haya menoscabo de los sueldos de los funcionarios movilizados; y que no exista sumario administrativo en contra de los trabajadores que se han manifestado. Si no se cumplen éstas demandas la huelga de hambre tendrá carácter indefinido, dijo el dirigente.
Por su parte, Laura Vázquez, Directora Regional del Trabajo de la Región de Los Ríos, declaró que no pueden fiscalizar este tipo de situaciones debido a que los trabajadores del Hospital son también funcionarios públicos al igual que ellos, pero que sí pueden realizar la labor de mediador en el conflicto y así poder encontrar una solución.
Cabe destacar que los trabajadores en huelga de hambre son Fabiola Vial, presidenta de la FENATS Histórica y Daniel Anabalón, funcionario de Psiquiatría, quienes no descartan que se sumen más personas al ayuno en los próximos días.
Finalmente, desde la Dirección del Hospital han señalado que no se pueden referir a ésta situación, porque es parte de un sumario. Sin embargo, ha trascendido, que los huelguistas serían desalojados por lo que continuarían la medida de presión en los alrededores del recinto hospitalario.
El Ciudadano