Países de América Latina y el Caribe (ALC) pretenden generar un pacto para la gobernanza de los recursos naturales, idea que surge la semana pasada en un encuentro organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega.
De qué trata esto de la gobernanza de los recursos naturales, son políticas nacionales sobre la propiedad, distribución y apropiación de las rentas derivadas de su explotación de estos con el fin de contribuir al desarrollo económico. Esto demanda e involucra cambios de aspectos institucionales, regulatorios, jurídicos y requiere también de una planificación estratégica de la gestión y manejo de los conflictos socio-ambientales.
En la actividad, «Hacia una visión de la gobernanza de los recursos naturales para la igualdad en América Latina y el Caribe», se dio a conocer la experiencia de Noruega que obtiene beneficios de la explotación de los recursos naturales aprovechados por todas las personas, esto permitido por sus pactos sociales y políticos.
Por su parte Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la comisión, al inicio de la cita recalcó la necesidad de avanzar hacia una mejor y mayor gobernanza y aprovechamiento de los recursos para que contribuyan a una economía más diversificada y sostenible. Tanto Noruega como la CEPAL hablan de obtener beneficios de la explotación de los recursos naturales para el desarrollo económico.
Está claro que ALC se caracteriza por su enorme riqueza en recursos naturales, parte del panorama sería que ostenta un tercio de las reservas de agua dulce, una quinta parte de los bosques naturales, el 12% de la superficie cultivable a nivel mundial. Además, de las reservas mundiales posee el 65% del litio, 49% de plata y 44% de cobre, entre otros minerales y metales. En las dos regiones es posible encontrar el 25% de los biocombustibles, 13% del petróleo y un tercio del bioetanol (combustible ecológico).
Quizás por eso no se habla de modificar la orientación del modelo de desarrollo que tiene la región, pues la estrategia de crecimiento económico apuesta a los sectores extractivos. Aunque es necesario hacer realce a una dimensión positiva que ha planteado la CEPAL, su propuesta es gobernar la propiedad, los modos de apropiación y la redistribución de las ganancias de productividad, para que sea el conjunto de la sociedad quien se beneficie de la dotación de los recursos naturales.
Cuidado con eso. El extractivismo nos lleva a la explotación y degradación de los recursos naturales que no son renovables y esto hace que el sustento del modelo económico de ambas regiones carezca de sostenibilidad. Ya que la propuesta y el futuro pacto independiente del fin contempla de destrucción medioambiental que siempre tendrá una repercusión en las personas.