La delegación estadounidense estuvo encabezada por el ministro de Finanzas estadounidense, Jack Lew, mientras que el presidente fue a visitar en Riad al nuevo rey de Arabia Saudita.
El hecho ha provocado una ola de críticas en los medios, ya que, según subraya Infowars, mientras Obama y el secretario de Estado John Kerry hacen amistad con un régimen que tiene un historial repugnante en materia de derechos humanos, no asisten al 70 aniversario de la liberación de Auschwitz, a la que asistieron casi todos los jefes de Estado europeos.
El medio señala también que esa visita de tan sólo cuatro horas para «reunirse con el nuevo rey del país y presentar sus respetos al ampliamente percibido como un ‘carnicero’, el rey Abdulá, quien murió el pasado viernes, le costará a los contribuyentes de EE.UU. un cuarto de millón dólares«.
Otro medio, ‘The Washington Free Beacon‘, señala que el viaje de Obama para estrechar la mano al monarca saudí recién coronado, tiene un costo de cientos de miles de dólares en facturas de hoteles como Marriott, Radisson Blu y Ritz-Carlton, y en el alquiler de vehículos, a pesar de ser una visita tan fugaz.
A su vez el analista Vladimir Adrianza opina que a Washington le debe preocupar la poca viabilidad que tienen para el mundo, los métodos de producción de hidrocarburos que han ocasionado la caída del crudo.
via RT