El próximo 9 de mayo se celebra en Moscú el aniversario de la victoria de la Rusia soviética sobre la Alemania de Hitler en la Segunda Guerra Mundial. A los actos conmemorativos han sido invitados diferentes jefes de Estado, pero la sorpresa ha sido la supuesta confirmación de la asistencia del polémico líder de Corea del Norte Kim Jong-un.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap difundió que el Kremlin había ratificado que «cerca de 20 jefes de Estado han confirmado su asistencia, y el líder de Corea del Norte es uno de ellos«. A pesar de esta supuesta confirmacion, habrá que esperar hasta la celebración de los actos conmemorativos para comprobar si será Kim Jong-un el que viaje a Moscú el próximo mes de mayo, o si en su lugar asistirá el jefe de Estado nominal Kim Yong-nam.
Si finalmente Kim Jong-un viaja a Rusia, será la primera vez que el líder norcoreano salga de su país tras suceder a su padre en diciembre de 2011.
El destino elegido por Kim Jong-un para su esterno internacional es de gran importancia, ya que evidencia las buenas relaciones de Corea del Norte con Moscú, así como el enfriamiento de las relaciones con China, su aliado tradicional.
Las relaciones de China y Corea del Norte se enfriaron a partir de la subida al poder de los actuales líderes de ambos países orientales. Xi Jinping ha mostrado en varias ocasiones su rechazo a los desafíos nucleares de Kim Jong-un y a sus evasivas para sentarse en la mesa de las negociaciones y acuerdos internacionales.
De producirse finalmente la visita de Kim Jong-un a Rusia, se interpretaría internacionalmente como un intento de Corea del Norte de reducir su dependencia de China, el que ha sido su aliado tradicional durante años. Rusia y Corea del Norte, países con dificultades para relacionares con la comunidad internacional, estrían así estableciendo una estrategia de acercamiento para crear una aliana fuerte contra Estados Unidos y el bloque occidental.
Hay que especificar que tanto Pekín como Moscú condenaron el último ensayo atómico norcoreano de 2013 -cuando Kim Jong-un desafió las advertencias internacionales llevando a cabo una tercera prueba nuclear-, y ambos países apoyaron las sanciones internacionales que se le impusieron, pero las voces chinas fueron más contundentes y condenatorias que las rusas.
La asistencia de Kim Jong-un a Rusia supondría la evidencia de una supuesta nueva alianza entre los dos países. Por ahora la asistencia del líder de Corea del Norte no ha sido confirmada por él mismo, por lo que tendremos que esperar para saber si Kim Jong-un se estrenará internacionalmente viajando a Moscú por el 70 aniversario de la victoria rusa sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial..