Taiwán multará a los padres que permitan a sus hijos hacer un uso excesivo de las tecnologías

Taiwán anunció la modificación de su ley de proteccion de menores para limitar también el uso excesivo de los dispositivos electrónicos por parte de niños y adolescentes. El país asiático contaplar multar a los padres de aquellos niños que sufran trastornos físicos o psíquicos debido a un uso prolongado de estas tecnologías.

Con la proliferación de los smartphones, tablets y computadoras, aumenta la preocupación de los padres y las madres acerca de cómo puede afectar un uso excesivo de estos dispositivos en los niños.

Especialmente en los países orientales, las adicciones a Internet o videojuegos son bastante comunes entre niños y adolescentes. Para intentar prevenir que los jóvenes acaben internados en clínicas donde tratan este tipo de adicciones a las nuevas tecnologías, el gobierno de Taiwan acaba de anunciar una ley que penaliza a los padres de aquellos niños que hagan un uso excesivo de la tecnología.

Se trata de una modificación de la norma ya existente para la protección y el bienestar de niños y adolescentes, que prohibe el consumo de drogas, alcohol o tabaco entre menores, y ahora también el abuso de los dispositivos eléctricos. La multa que soportarán los padres cuyos hijos sufran daños físicos o psicológicos por el uso excesivo de la tecnología será de 1.600 dólares.

La Academia Americana de Pediatría señala que lo recomendable es permitir a los pequeños -y no tan pequeños- un máximo de dos horas diarias frente a los dispositivos electónicos. Según esta misma academia, los menores de ocho años pasan una media de 6 horas frente a diferentes pantallas, mientras que los adolescentes suelen consumir unas 11 horas diarias de estas tecnologías.

Al mismo tiempo también se recomienda que los menores de dos años no tengan contacto ninguno con estos dispositivos. Es importante que los padres establezcan normas a cumplir en los hogares sobre el uso de estas tecnologías, pero sobre todo, concienciar a los pequeños y enseñarles a hacer un uso responsables de los dispositivos.

No es necesario llegar al extremo de Taiwán para limitar el tiempo de exposición de los niños a las diferentes pantallas electrónicas, sino más bien unos padres responsables que controlen el uso que hacen sus hijos e hijas de las tecnologías y les ayuden y enseñen a disfrutar o jugar con los dispositivos de manera saludable, alternándolos con actividades físicas o con otro tipo de juegos no electrónicos.