91 legisladores se pronunciaron a favor de derogar el régimen, mientras que 18 lo hicieron en contra y 5 se abstuvieron en la histórica jornada. La Vicepresidenta Marisol Espinoza también rechazó la ley promovida por el Ejecutivo. Los jóvenes celebraron el triunfo en la Plaza San Martín.
La larga marcha contra el Régimen Laboral Juvenil llegó a su fin. A diferencia de los rezos publicitarios, ayer no fue un lunes cualquiera en el Centro del Lima. Por un lado, la movilización juvenil mostraba en las calles que su accionar va más allá de un simple fenómeno. Por el otro, 91 congresistas definieron derogar una norma que en menos de dos meses se volvió social y políticamente insostenible.
Completaron la nómina otros 18 parlamentarios que pese a las críticas votaron contra la derogatoria, mientras que un reducido grupo de 5 legisladores decidió abstenerse.
Bajo la premisa de que prosperaría la derogatoria del Régimen Laboral Juvenil, 114 congresistas participaron ayer en la sesión extraordinaria del Pleno del Congreso que definió en una votación contundente el rechazo de la norma.
En su momento, el debate de la denominada ‘Ley Pulpín’ se vio interrumpido por el pedido de viaje del presiente Ollanta Humala a la Tercera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el cual fue rechazado por la oposición y minutos después fue cancelado por el propio jefe del Estado.
Superado el impasse, al mediodía se dio inicio al debate parlamentario. Yonhy Lescano, vicepresidente de la Comisión de Trabajo, sustentó la derogación de la Ley 30280 que, en el papel, promovía el acceso de Jóvenes al Mercado Laboral y a la Protección Social.
“Es una ley que ha nacido absolutamente muerta, está deslegitimada, desacreditada, porque miles de jóvenes han estado en las calles en multitudinarias marchas a efecto de que se deje sin efecto”, refirió el legislador de Acción Popular-Frente Amplio.
Inmediatamente, Daniel Abugattás (Gana Perú) cuestionó la posición de Lescano. “No quieren entender que no somos un país viable siguiendo como estamos hoy. Hay que capacitar a nuestros jóvenes y ustedes lo están impidiendo”, manifestó el nacionalista.
Por su parte, el fujimorista Juan Díaz Dios sostuvo que la norma solo favorecerá a las grandes transnacionales. “Este gobierno no tiene la capacidad de garantizar que las grandes empresas no le saquen la vuelta a la Ley”, declaró.
Pese a que casi todas las bancadas (con excepción del nacionalismo, donde no todos disentían) se habían pronunciado en contra de la ley, debía presentarse una cuestión previa para cerrar el debate.
Es así que con el voto a favor de los parlamentarios de Perú Posible, Concertación Parlamentaria, Acción Popular-Frente Amplio, Solidaridad Nacional, PPC-APP, Fuerza Popular, Dignidad y Democracia y seis nacionalistas, entre ellos Marisol Espinoza y Omar Chehade, se derogó la norma.
“Ha triunfado la voz del pueblo, de los jóvenes. Esta norma merecía su derogatoria porque solo promovía la precarización del empleo y la política de flexibilidad que tanto daño le hacen a nuestros jóvenes”, declaró al final la congresista Rosa Mavila.