El recién estrenado gobierno griego no lo tiene fácil en Europa. Mientras la prensa internacional juzga la relación existente entre ministros griegos y el kremlin, la oposión de Grecia frente a las sanciones impuestas a Rusia no ha conseguido más que rebajar la intensidad del lenguaje usado en la carta enviada a Rusia por la Unión Europea.
Este jueves se celebró un consejo extraordinario de ministros de exteriores europeos para tratar el conflicto reinante entre Ucrania y Rusia que tiene enfrentados a dos grandes bloques: la Unión Europea y Moscú. Durante el consejo, Grecia aprovechó para provocar los primeros dolores de cabeza a la UE oponiéndose a la prórroga de las medidas contra Rusia por el conflicto con Ucrania.
Se sabe realmente poco acerca de esta reunión que apenas duró veinte minutos y en la que, como de costumbre, Alemania impuso su voluntad a pesar del veto griego a las sanciones, o a la petición de otros países europeos de rebajar estas medidas sancionadoras por considerarlas nocivas para la economía rusa y también para la europea. La posición griega en contra de las sancionas sólo consiguió que se rebajara la intensidad en el lenguaje usado en el comunicado oficial que se envió a Putin, sin lograr el objetivo principal de rebajar las sanciones que defendía el país heleno.
Dentro de la Unión Europea, existen diferentes posiciones frente al conflicto entre Rusia y Ucrania y frente a las restricciones financieras que la UE está imponiendo a Rusia como castigo por considerarla responsable del conflicto latente. Los países más cercanos a Ucrania y Rusia piden, en general, una retórica más beligerante con Putin. En cambio, otros países miembros de la UE, como Grecia, reclaman todo lo contrario, pues consideran que las sanciones están afectando negativamente al PIB ruso y, como consecuencia también al europeo.
Según el documento emitido por la Unión Europea, se prorrogarán hasta septiembre las sanciones impuestas a Rusia, además de que se aumentarán los nombres de personas y entiedades que serán sancionadas. En este documento también se recoge la advertencia de que, si la situación se recrudece, Europa responderá con la intensificación del castigo hacia rusia.
El ministro griego Kotzias, presente en el consejo extraordinario, lamentó las especulaciones acerca de la relación de su país con Rusia: «no vamos a ser los chicos malos de la UE por discrepar: hay que discutir los próximos pasos«. Grecia parece tener claro que, aunque no será fácil, luchará por que se tengan en cuenta las opiniones de todos los países miembros de la UE, aunque sean opiniones opuestas a la voluntad de Alemania y Reino Unido, como sucede en el conflicto entre Ucrania y Rusia.