Un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago (EE.UU.) ha revelado que el Pong, clásico videojuego de los años setenta, puede ayudar a diagnosticar enfermedades cerebrales como el párkinson o el autismo, informa el portal CNET.
Este juego, cuya primera aparición fue en la consola Atari, consiste en hacer rebotar una pelota de un lado a otro evitando que esta toque otra superficie que no sean las tablas de los extremos. Los investigadores aseguran que este movimiento es ideal para hacer pruebas de diagnóstico de seguimiento ocular.