El sábado pasado, la Presidenta de la República Michelle Bachelet firmó el proyecto que despenaliza el aborto terapéutico bajo tres causales: inviabilidad de vida del feto, riesgo de vida de la madre y violación. En el marco de este paso necesario y justo -que nos podría devolver un derecho que las chilenas tuvimos entre 1938 y 1989- distintos sectores han reaccionado ante este tema y más allá de votos a favor y en contra, representantes de los sectores más conservadores incluso se han negado a acatar esta normativa cuando se convierta en ley.
Es el caso del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien días antes de que la mandataria firmara el proyecto, dio a conocer su postura contraria a que el aborto terapéutico rija en los centros de salud de la Red de Salud UC Christus de la Universidad Católica. Sánchez hizo alusión a los valores que adhieren quienes trabajan en la red UC y señaló que «En nuestra institución entran a trabajar profesionales de la salud que libremente adhieren a nuestros principios y valores, y que libremente firman y se comprometen a mantener nuestra misión e identidad que está centrada en protección de la vida humana». Razón por la cual no se permitirá la realización de este tipo de aborto en las instituciones dependientes de la Red UC.
A raíz de esta postura, la presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román se integró al debate suscitado por las declaraciones del rector de la UC y fiel a sus opinión respecto del tema -que en diversas ocasiones ha defendido el aborto- Román señaló en entrevista con Cooperativa que «Poner en el tapete de la discusión que no van a hacer aborto por un tema valórico me parece que está en una contradicción con lo que ellos son (…) Estamos viendo como país algo que es permanente en la Universidad Católica, creer el rector que es un Estado dentro de otro Estado».
Román fue más allá y afirmó que a quienes trabajan en la red que Sánchez representa «se les inhibe su rol profesional: no puede ser que la Universidad Católica -que recibe platas del Estado- le prohíba a las matronas que realicen su rol, que está estipulado en el Código Sanitario, como es la planificación familiar, la indicación de todo tipo de anticonceptivo. Ellos se la prohíben y es manejada solo por los médicos» y agregó que Me parece una contradicción vital que una entidad que imparte estas acciones en salud se ponga hoy con temas valóricos, cuando al momento de cobrar no tiene ninguna objeción de conciencia«.
La presidenta del gremio de matronas aseguró que «La Iglesia Católica no es una institución que preste atención en salud. Por lo tanto, las instituciones que dan salud de la Universidad Católica están bastante lejos del objetivo cristiano, porque lo único que han hecho es lucrar».
Y señaló que: «Espero que alguna vez alguien le diga a la Universidad Católica que está en Chile y que Chile es un solo Estado, y que tiene que cumplir las leyes que salen y se promulgan en este país«.
En cuanto al proyecto presentado por el Ejecutivo, Román recalcó que este no obliga a nadie a abortar e incluso considera la objeción de consciencia, lo que permite que si el médico se opone a realizar la intervención, derive a la paciente a otro especialista. Además, calificó de inteligente la propuesta del Gobierno, pues plantea que las niñas menores de 14 años podrán realizar el aborto hasta las 18 semanas de gestación por si no se enteran antes de las 12 semanas del embarazo. Finalmente señaló que a pesar de las opiniones divididas, hay que avanzar y no dejar que opiniones personales primen.
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