A los 48 años, Claudio Olivares, auxiliar del Cesfam centro sur de Antofagasta, falleció en la mañana de ayer, en el Hospital Regional de Atacama. Permaneció durante 16 días en coma inducido luego de que fuera encontrado inconsciente y con múltiples fracturas, a eso de las 8 y media de la mañana, a una cuadra de su domicilio (en la calle Achaco con Pisagua) el día 24 de enero.
En el recinto asistencial señalaron que, además de las múltiples fracturas, un pulmón y el hígado de Olivares estuvieron severamente comprometidos.
Según explicaron sus familiares, antes de aquel fatídico día, la víctima recibió amenazas vía redes sociales, producto de su homosexualidad. Por esta razón, él se había mostrado preocupado y temeroso respecto de su seguridad.
Atendiendo a lo anterior, cercanos a Olivares han revelado que unos testigos nos dijeron que mi hermano fue arrojado de un auto y arrollado en dos ocasiones. El día anterior había recibido amenazas de muerte de un sujeto en razón de su orientación sexual. Creemos que fue un ataque homofóbico.
La familia también aportó a la investigación del caso, las amenazas escritas del supuesto agresor, en las que señala lo siguiente: estoy eliminando mucha lacra y personas que no sirven. ¿Descubrirán quién es el asesino?. Esta amenaza está fechada el mismo día en que ocurrió la agresión.
Rolando Jiménez, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual MOVILH, ha realizado un llamado a quienes tengan información o antecedentes del caso, para que puedan ayudar a esclarecer lo sucedido.
Lo más urgente es que quienes puedan aportar datos para aclarar la situación, acudan a la Fiscalía sin temor, ya que, pueden declarar bajo reserva y así nos ayuden a dar con el paradero de él o los autores del, finalmente, asesinato de Claudio.”
Jiménez además señaló que acompañará a la familia y amigos de Olivares en el funeral que se realizará hoy en La Serena, lugar donde reside su familia:
En Movilh creemos plenamente en la tesis de un ataque homofóbico y trabajaremos en apoyar psicológica y legalmente a la familia, porque casos como éste no se pueden seguir dando en Chile.
La muerte de Olivares es uno más de los casos que se suman a los crímenes de odio e intolerancia en nuestro país, como sucedió con los jóvenes Zamudio, Sepúlveda, Lomboi y Parada.
Según los registros de Movilh, hasta el año 2013 las víctimas de asesinatos homofóbicos suman un total de 20. Esta cifra, lamentablemente aumentará una vez finalizado el informe correspondiente al año 2014.
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