Casi 200 ballenas piloto quedaron varadas en las orillas de Nueva Zelanda este viernes, las autoridades locales han señalado que es uno de los incidentes más grandes de ballenas desde hace más de una década. Aproximadamente dos docenas de las 198 ballenas ya han muerto de deshidratación en la playa de Farewell Spit desde que comenzó el varamiento.
“Hay tantas ballenas, que existen sitios donde se juntan todas y esto es un problema al respecto, ya que uno no puede llegar hasta ahí, es demasiado peligroso,” señaló el oficial local de conservación, Mike Ogle.
Según los servicios de protección, la playa es conocida por constituir un riesgo para las ballenas. Se cree que las aguas no hondas en los alrededores de la playa lo hace difícil para las ballenas navegar. Una ballena varada puede sufrir deshidratación y quemarse en el sol. Las ballenas piloto pueden crecer hasta 6 metros y es la más común de los cetáceos en las aguas neozelandesas.
«Sacar a flote a las ballenas varadas es una tarea difícil y potencialmente peligrosa. El grupo comunitario Project Jonah tiene a 140 voluntarios en la zona de Golden Bay que están entrenados para hacer esta tarea y estamos trabajando con ellos», señaló Andrew Lamason, vocero del servicio de protección del país. El funcionario agregó que se pueden demorar días en reflotar las ballenas, y que no hay garantías de que van a sobrevivir.
“Hemos visto muchas veces en el pasado, cuando los grupos han salido al mar solo para volver de nuevo,” señaló Lamason. “Estamos preparándonos para unos días con mucho trabajo.”
Los equipos de rescate tendrán que esperar 24 horas hasta que suba la marea, si es que no logran sacar a flote a las ballenas este viernes.
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