#Dávalos pidió perdón y renunció a su cargo en La Moneda

Hace algunos minutos, el hijo de la Presidenta Sebastián Dávalos, en una rápida y sentida declaración leída, renunció a su cargo en La Moneda justo una semana después de que se destapara el caso popularmente conocido como Nueragate.

#Dávalos pidió perdón y renunció a su cargo en La Moneda

Autor: Jimena Colombo

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Sebastián Dávalos llegó esta tarde alrededor de las 15 horas a la Moneda para fijar un punto de prensa que finalmente se realizó a las 17 horas. El hijo de la Presidenta anunció que leería su declaración y no daría espacio a preguntas de la prensa, para dar la esperada declaración sobre el caso en que está involucrado y el cual se originó justamente hace una semana cuando reventó el caso #Nueragate.

Luego de saludar, el hijo de la presidenta agradeció al equipo del Área Sociocultural de La Moneda y reconoció el trabajo de todas las organizaciones con las que trabajo durante 11 meses. Dávalos comenzó la parte más polémica de su declaración dejando en claro que «ningún medio se comunicó conmigo». Aseguró que «No he cometido ilícito alguno,  ningún delito funcionario como algunos medios han señalado». Aseguró, que se encuentra en una situación incómoda porque se le ha criticado por trabajar en el sector público y en el sector privado y señaló que: «Entiendo el malestar que ha generado esta situación y asumo que el perjuicio que ha generado ha dañado a la Presidenta de la República y al gobierno de Chile, quienes cuentan con mi total y absoluta lealtad. Debido a lo anterior, no me queda más que pedir humildemente perdón por este amargo momento. Entiendo además, que esto puede no ser suficiente para algunos, por ello daré un paso al costado y renunciar a mi cargo cmo director del Area Sociocultural de la Presidencia».

#Nueragate, el contexto

Durante toda la semana pudimos informarnos que este escándalo que interrumpió las vacaciones del gobierno nació de una reunión que sostuvo Sebastián Dávalos, Natalia Compagnon y Andrónico Luksic. Cita tras la cual se aprobó un millonario préstamo a la sociedad de la cual Compagnon es dueña del 50% y el cual ascendió a la suma de $6.500 millones (y que fue negado en otras entidades bancarias como Santander, Itaú y BCI). Tras ese «creditazo», la sociedad Caval compró 44 hectáreas en Machalí que luego fueron vendidas y cuya transacción dejó $2.500 millones de pesos para  Caval. Venta que además evidenció la especulación de uso de suelos.

En estos días hemos sido testigos de cómo este caso ha dejado clara la relación entre los empresarios y el poder, se acusó «tráfico de influencias» principalmente porque este caso ha evidenciado el acceso que tuvo Dávalos por el hecho de ser hijo de la Presidenta a un crédito que pymes comunes y corrientes jamás accedeían. Además, el caso que ha tenido muy incómodo al gobierno -pues han intentado aclarar que toda esta responsabilidad correspondería a Dávalos- ha servido para que el escándalo Penta -que vinculó a sus históricos miembros de la UDI al fraude al FUT y financiamiento irregular de campañas- pasara a segundo plano y sirviera como un respiro a la derecha que venía en franca decadencia y desaprobación por parte de la ciudadanía.

Durante esta jornada, distintos personeros de la Nueva Mayoría señalaron que la situación empeoró con la falta de declaraciones del principal protagonista del caso, Sebastián Dávalos, e incluso dijeron que dado la inevitable vinculación con la Presidenta y el gobierno, Dávalos debería dar un paso al costado del gobierno y dejar su cargo como Director del Área Sociocultural de la Moneda. Por ello, finalmente la renuncia recientemente anunciada por Dávalos satisface las posturas de la Nueva Mayoría, del gabinete ministerial y de todos quienes exigieron que el hijo de la Presidenta dejara su cargo.


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