A la gente que le da bajón por fumar marihuana, el antojo repentino se podría deber a ciertas neuronas en el cerebro que normalmente son responsables de la supresión del apetito, según un nuevo estudio en ratones.
En el estudio, los investigadores estimularon el apetito de los ratones mediante la manipulación de la vía celular que funciona como mediadora de los efectos de la marihuana en el cerebro. Los investigadores también analizaron para ver lo que estaba pasando con el resto de los circuitos cerebrales implicados en la regulación del apetito en los ratones cuyo apetito fue estimulado.
Aunque los investigadores anticiparon que las neuronas que normalmente suprimen el apetito se «apagan» por el proceso de estimulación de este mismo, en vez de lo esperado, vieron que las neuronas supresoras del apetito se activaban, pero que estaban utilizando diferentes señales químicas.
«Hemos encontrado que estas neuronas, bajo los efectos de los cannabinoides, cambian los químicos que se liberan,» destacó el autor del estudio, Tamas Horvath, profesor de neurobiología en la Universidad de Yale. Las neuronas, llamadas proopiomelanocortina (POMC), normalmente liberan sustancias químicas que promueven la sensación de estar lleno. Pero cuando se activa la vía de la marihuana, estas neuronas cambian a la liberación de sustancias químicas que promueven el hambre, agregó.
Los investigadores no realizaron estudios en humanos para confirmar sus hallazgos, señaló Horvath. Sin embargo, los informes anecdóticos sugieren que las personas pueden tener hambre después de usar la marihuana, incluso poco después de comer.
«Creo que este comportamiento es tan simple, tan primitivo que la maquinaria que impulsa a los ratones será muy similar a la maquinaria que impulsa a los seres humanos también,» expresó el autor. «Pero, por supuesto, tenemos que hacer más estudios sobre los [mecanismos] en seres humanos u otros primates, para ver si este es el caso.»
Los nuevos hallazgos podrían usarse para encontrar nuevas formas de tratar ciertos trastornos del apetito que son comunes en los pacientes de cáncer, según los investigadores. Los pacientes de cáncer a menudo pierden el apetito debido a la enfermedad, o debido a los tratamientos que reciben, y pueden sufrir un tipo severo de pérdida de peso llamado caquexia. En investigaciones anteriores, las neuronas POMC examinadas en el nuevo estudio se vincularon a la caquexia.
Los investigadores también han observado anteriormente que, en personas con caquexia, las neuronas se activan de una manera que suprime completamente el apetito y provoca náuseas, expresó Horvath. Agregó que los investigadores les gustaría ver si es posible inducir el apetito en estos pacientes a través del mecanismo que se muestra en el nuevo estudio.
Fuente: LiveScience