Este domingo 22 de febrero se celebrará por todo lo alto la gala de los Oscar. Pero antes de que Hollywood Boulevard quede cerrado para la organización de los premios de la Academia, el artista Plastic Jesus ha conseguido colarse con una polémica escultura. Se trata de una estatuilla de los Oscar en una pose bastante poco decorosa, a cuatro patas, esnifando lo que parecen dos dosis de cocaína.
La controvertida escultura sólo incluye una placa en la que puede leerse: «A la mejor fiesta de Hollywood». Jesus la ha ido moviendo por distintos lugares del Paseo de la Fama, como la estrella de Elvis Presley o delante de una tienda de ropa. ¿El objetivo? «La pieza intenta llamar la atención sobre el problema de la drogadicción que oculta Hollywood», comenta el fotógrafo Nick Stern, colaborador del artista. «Ha sido largamente ignorado hasta la muerte de una larga lista de importantes celebridades».
No es la primera vez que Jesus ‘cuela’ una obra de este tipo en Hollywood Boulevard. En 2014 ya colocó una estatuilla similar, sólo que esta se pinchaba una dosis de heroína. Causó un impacto enorme, sobre todo porque semanas antes el actor Phillip Seymour Hoffman había aparecido muerto por sobredosis.