Penta-involucrados, la renuncia pendiente

Después de la salida de Dávalos Bachelet del gobierno, quedó una pregunta dando vuelta ¿Y los involucrados en Penta cuándo darán un paso al costado? ¿Cuándo se inhabilitarán? ¿Cuando reconocerán que sus cargos en el Congreso son ilegítimos?

Penta-involucrados, la renuncia pendiente

Autor: Jimena Colombo

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A pesar de todo el impacto negativo del caso «Nueragate» en el gobierno, hubo una acción rápida y necesaria que los asesores de Dávalos supieron concretar y esa fue su renuncia. El gesto de sacar al hijo de la Presidenta Michelle Bachelet de su puesto en el área Sociocultural de la Presidencia fue una determinación que generó inmediatamente la reacción de miles de chilenos para exigir que sería el turno de los Penta-involucrados.

Porque claro, a través de los distintos episodios del caso Penta y a medida que avanza la investigación, la Alianza y los mismos involucrados han tenido escasas iniciativas para dar un paso al costado de la política o al menos inhabilitarse de las legislaciones donde tienen intereses. Peor aún, ni siquiera sus propios partidos han dado una respuesta categórica en contra de los ilícitos que se investigan, como es el fraude al FUT y los financiamientos irregulares por parte del grupo Penta, y que luego podría ser «pagado» con una legislación en favor de los intereses de este grupo empresarial. En el caso de la UDI, tienda de donde han salido la mayoría de los involucrados a Penta, es bastante difícil, pues el propio presidente de la colectividad, Ernesto Silva también se ha visto involucrado en el escándalo.

Tímidos desencuentros entre Renovación Nacional y sus socios gremialistas han puesto en el tapete la necesidad de que la UDI se haga cargo de los personeros involucrados en financiamientos irregulares a campañas electorales -y que a nuestro juicio derivaron en candidaturas ilegítimas- y al menos los sancionen, los obliguen a dar declaraciones o mejor aún a renunciar a sus cargos en el Congreso. Pero no, pareciera que la UDI sólo tiene fuerzas para pelear contra el gobierno, exigir decencia al oficialismo y llegada la hora de la autocrítica parecen ser sordos, ciegos y mudos.

En ese marco, ha resucitado la polémica al interior de la Alianza. Todo ello, a razón de que desde Renovación Nacional y Evópoli se sumaran a las presiones para que el «partido popular» tome cartas en el asunto. Prueba de ello, son las declaraciones del diputado RN, Francisco Chahuán quien señaló que la UDI debería tomar medidas para dar una buena impresión a la ciudadanía. En tanto, Nicolás Monckeberg señaló que la UDI debe hacer algo lo antes posible e incluso hay quienes señalan que deberían congelarse las militancias de los involucrados. Luis Mayol y José Manuel Edwards han apuntado a que los gremialistas deben hacer algo pronto porque el escándalo afecta a toda la derecha. En tanto, desde Evópoli se referirán al caso en una declaración pública agendada para esta mañana.

Hoy finalmente hasta la Presidenta de la República se refirió a la salida de su hijo de la Moneda e incluso respondió escuetamente las preguntas de los periodistas apostados en el lugar. Dar la cara al menos ha marcado una distancia entre la forma de enfrentar los hechos, entre el Gobierno y la oposición.

Ya es hora, de que Iván Moreira, Ena Von Baer, Jovino Novoa, Ernesto Silva, Pablo Wagner, Pablo Zalaquet, Laurence Golborne y todos los involucrados se hagan cargo de su vinculación a ilíitos y campañas deslegitimadas. De los escaños en el Congreso que ocupan gracias a política sucia y legislaciones en favor de los mismos que los auspiciaron cada vez que le enviaban un correo para mendigar millones.


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