Ministra de Salud retoma proyecto de aborto terapéutico

A una semana de que comience marzo, las tareas del Gobierno son retomadas por los ministros. En ese marco, la Ministra de Salud, Carmen Castillo se refirió esta mañana a los desafíos de la cartera que encabeza. Sin duda el proyecto de aborto terapéutico será el que genere más polémica dado las ya conocidas posturas conservadoras que de seguro se endurecerán en el Congreso. Castillo llamó a informarse sobre el proyecto y dijo que se estudiará la objeción de conciencia, abriéndose la posibilidad de que ésta pueda ser institucional.

Ministra de Salud retoma proyecto de aborto terapéutico

Autor: Jimena Colombo

Presidenta de la Republica anuncia a la Nueva Ministra de SaludDe vuelta en sus labores en el Ministerio de Salud, Carmen Castillo se refirió a los próximos desafíos para la cartera que dirige. La ministra que fue nombrada un mes después de la polémica renuncia de Helia Molina enfrentará importantes proyectos y discusiones que buscan mejorar la salud pública en Chile. Dentro de los cuales el más polémico, sin duda, será el proyecto de aborto terapéutico bajo tres causales.

La discusión que se intensificó cuando Michelle Bachelet firmó el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo para enviarlo al Congreso, tuvo sus primeros opositores en el área de la salud. Precisamente los dichos de Ignacio Sánchez rector de la Universidad Católica -establecimiento del cual depende la Red de Salud Christus UC- quien señaló que en dicha Red no se practicarían abortos. Luego de esos dichos se encendió la polémica y otros establecimientos de salud también se declararon contrarios a realizar la intervención por cuestiones de moral y estatutos internos. Además, los infaltables sectores más conservadores al interior de la Democracia Cristiana y los clásicos detractores de la derecha han manifestado su postura en contra del proyecto que se discutirá a partir de marzo.

Carmen Castillo se refirió esta mañana al tema y dijo: «Muchas veces se habla del aborto como una obligación. Es una decisión de la mujer y eso es algo que hay respetar. No podemos obligar a nadie a hacerse un aborto que no quiere» y aseguró que «uno puede tener muchas opiniones personales, pero yo tengo que representar al ministerio». La ministra se refirió a que «en la prensa han salido muchos casos personales que nosotros respetamos absolutamente. Uno no puede ir en contra de una decisión, pero esa decisión tiene que ser bien informada. Que sepan las personas. Las tres causales tienes que ser conocidas, pero también el respeto a la mujer». Y en el caso de violación a una menor de edad que quede embarazada producto de ese delito, Castillo afirmó que «nadie va a tomar ninguna presión sobre esa niña, especialmente porque hay condiciones legales de por medio».

«Acá hay un proyecto de ley para todo el país, una política pública de la cual nosotros nos tenemos que hacer cargo y este análisis tiene que ser trabajado. Todos son parte de la sociedad, en el fondo, más que gobierno, es la sociedad la que tiene que tomar la decisión«, señaló la ministra quién además insistió en que las personas deben informarse del proyecto.

En cuanto a la negativa de los centros de salud anteriormente señalados y la «objeción de consciencia» a la que los médicos podrán recurrir para no realizar el procedimiento, la secretario de Estado señaló que «la objeción de conciencia es individual, hasta ahora. Veremos cómo sigue el trabajo en el debate en el Congreso».»También está el criterio médico, hay que aplicar una conciencia total de cómo vamos a trabajarlo. Esto no es tomar decisiones voluntariosas, es un tema de decisión informada, con protocolos muy estrictos, con claridad y respaldo técnico para no hacer más de lo que nosotros estamos proponiendo».

En este último punto deberíamos detenernos, pues si se considera una objeción de conciencia institucional, más establecimientos podrían adherirse a la negativa de realizar abortos terapéuticos y por tanto se limitarían los lugares donde las mujeres podrían recurrir para interrumpir sus embarazos. A partir de esta polémica que no terminará hasta que el proyecto se convierta en ley, ha quedado flotando la idea de que algunas instituciones pretenden estar por sobre la ley y sólo se acuerdan de sus valores en situaciones como ésta pero no a la hora de cobrar. Probablemente en la discusión que tendrá lugar en el Congreso, los sectores conservadores intentarán imponer sus visiones y suavizar el proyecto, sin embargo, la ciudadanía deberá estar atenta a que el proyecto se respete tal como se envió. Pues, según encuestas públicas como Cadem y sondeos a jóvenes del INJUV la mayoría de los encuestados apoyan la iniciativa del gobierno de interrumpir el embarazo en forma voluntaria bajo las tres causales que se detallan a continuación:

Riesgo de la vida de la madre: Este punto refiere a cuando la interrupción del embarazo evita un riesgo en la vida de la mujer y responde a la decisión que los equipos médicos no pueden tomar por la ley actual que no permite realizar el aborto a pesar de que la madre corra riesgo vital.

Inviabilidad del feto: Esta causal se refiere a la existencia de causas genéticas o congénitas que hacen la vida del embrión o feto incompatible con la vida fuera del útero.

Violación: Esta es la causal más controversial y apunta a la interrupción del embarazo en caso de violación, siempre que el procedimiento sea antes de la semana 12. En el caso de menores de 14 años, deberá realizarse el aborto antes de las 18 semanas de gestación.

Para la concreción del aborto bajo estas causales, la mujer deberá expresar su voluntad de hacerlo. Además el Estado no podrá imponer decisión ni penalizar. El proyecto señala que las mujeres mayores de 18 años deberán manifestar su voluntad libre, expresa y previa ante un médico tratante. En caso de ser menor de edad, deberá informar a los padres y de no existir representante legal, deberán contar con la autorización de otro adulto.

Las causales de riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto, deben ser probadas con un certificado de un médico cirujano y la ratificación de otro médico. A menos que la interrupción deba ser realizada de emergencia e impostergablemente.En cuanto a la violación, ésta deberá ser probada por un equipo médico que deberá garantizar el respeto a la mujer. En el caso de menores de edad, no será necesario el informe médico. En tanto la “objeción de consciencia” del médico deberá ser previa y por escrito. Sin embargo, en el caso de una zona extrema donde el especialista fuera el único en el lugar, este no podrá excusarse y deberá realizar la intervención.Finalmente se garantizará la confidencialidad para seguridad y tranquilidad de las mujeres, en tanto, las clínicas y hospitales no podrán tener “objeción de consciencia” como tales.

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Revisa también el siguiente documento con la presentación del proyecto el 31 de enero: DISCURSO ABORTO MICHELLE_BACHELET


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