Según el informe de este sábado de los medios de comunicación, los habitantes de esa zona japonesa han expresado su malestar por el excesivo ruido provocado por el despegue y aterrizaje de los aviones estadounidenses en esa base militar, además de ver violados sus derechos.
De igual manera, han criticado al Gobierno del primer ministro nipón, Shinzo Abe, y a las autoridades de la Casa Blanca por no atender los problemas de los habitantes de esa zona.
A pesar de la intervención policial, los manifestantes se han negado a dispersarse, reservándose el derecho a expresar su indignación por la presencia militar de Washington en su país
Varios medios de comunicación han confirmado que la Policía de Japón ha fijado el próximo jueves, 26 de febrero, como fecha límite para la celebración de las mencionadas movilizaciones callejeras.
Los habitantes de Okinawa, amén de estar preocupados por los peligros que esa base podría entrañar para la isla, están indignados por los delitos sexuales que perpetraron varios infantes de marina estadounidenses, muchos de los cuales, hasta el momento, no han sido llevados ante la justicia por ello.
Según los informes, el 75 por ciento de las bases de Estados Unidos en el país del sol naciente se encuentra en la isla de Okinawa y alrededor de la mitad del total de los 50.000 militares estadounidenses destinados en Japón están estacionados en esa provincia.
Desde hace varios años, miles de japoneses han tomado las calles para manifestarse en contra de la base de la Infantería de Marina de Estados Unidos ubicada en Okinawa.
A principios del año 2012, líderes políticos marcharon por la ciudad capitalina de Tokio en contra de la presencia de tropas estadounidenses en la prefectura de Okinawa, muchos de ellos portando pancartas con mensajes de rechazo contra los vuelos de los aviones modelo Osprey sobre la isla nipona.