La niña que pide ‘quedarse dormida para siempre’, abre el debate de la eutanasia

Hace un par de días, Valentina Maureira se hizo conocida por medio de un vídeo grabado desde su camilla en un hospital y que fue difundido en la web, alcanzando tal nivel de viralización que su petición llegó hasta la Moneda y conmovió tanto a Chile como a otros países de Latinoamérica.

“Solicito hablar urgente con la presidenta porque estoy cansada de vivir con esta enfermedad y ella me puede autorizar la inyección para quedarme dormida para siempre”.

La adolescente de 14 años, padece fibrosis quística -enfermedad degenerativa que ya terminó con la vida de su hermano Michael- y que la llevó a pedir una «inyección para dormir para siempre» a la Presidenta Michelle Bachelet. Valentina se ve tranquila y segura en el vídeo, se nota que el dolor y el cansancio la han hecho una niña madura que ha determinado morir por su propia elección, antes de que la muerte la sorprenda. Sin embargo, la petición que hace esta valiente y determinada joven no tiene cabida en un país que está muy lejos de despenalizar la eutanasia.

Se abre el debate

Dificil es quedar ajeno a este llamado, peor aún para esa madre sostener el teléfono que grabó esas palabras tan sinceras, pero más doloroso debe ser vivir obligada a aguantar un dolor que ya no se quiere soportar. Valentina ha abierto el debate sobre la eutanasia en Chile, pues desde el Gobierno, el vocero Álvaro Elizalde respondió y dijo: “se trata de un tema del cual no es posible no sobrecogerse, estamos hablando de una menor edad y sobrecoge, genera sin duda solidaridad. Ahora, la normativa vigente en Chile no permite que el gobierno acceda a una solicitud de esa naturaleza“.Sin embargo, el ministro subrayó que «el ministerio de Salud está en contacto con su familia y se le va a proporcionar todo el apoyo psicológico, afectivo y todo el tratamiento médico para mejorar sus condiciones de vida».

En tanto, desde el partido liberal el diputado Vlado Mirosevic, quien presentó un proyecto de ley de eutanasia, sostuvo que “Negar el derecho a muerte digna es propio de un Estado totalitario, que restringe las libertades de sus ciudadanos (…) “Hago un llamado a retomar la discusión en el Congreso para aprobar una ley de eutanasia que respete la voluntad de Valentina y de todos los pacientes”. Su campaña en 2015 se llamó  “Que nadie decida por ti. Ley de eutanasia ahora”.

Proyectos  que descansan en el Parlamento

En la Cámara baja hay 3 proyectos sobre la eutanasia que están archivados, uno ingresado en 2004, por el entonces senador Nelson Ávila, quien presentó el proyecto fundado en la «autonomía moral». En 2006 un proyecto ingresado por Fulvio Rossi y otro presentado también en 2006 por los diputados Girardi, Gómez, Navarro, Ominami y Ruiz-Esquide, que establece el derecho a la muerte digna.

En trámite se encuentra un proyecto presentado en junio de 2011 por Adriana Muñoz (PPD) y Gaspar Rivas (RN). En septiembre de 2014, Fulvio Rossi y Alfonso De Urresti volvieron a presentar el proyecto de eutanasia presentado en 2006 que nunca se revisó en la comisión de salud de la cámara. El último proyecto ingresado al Parlamento fue de la mano de Vlado Mirosevic en octubre de 2014,  y allí el diputado apeló a hacer efectiva la autonomía de las personas en caso de enfermedades terminales.

Chile, país de debates

Recién se comienza a debatir sobre aborto terapéutico. Chile es uno de los 7 países en el mundo donde el aborto está penalizado y las mujeres arriesgan cárcel de ser constatada la realización de un aborto. Sin embargo, el despertar popular que ha ido de la mano con el descontento social y la pérdida de confianza en las instituciones políticas permiten ver que las demandas, en estos tiempos, las instalan los pueblos. Vivimos tiempos donde el quinto poder instala los tópicos a discutir, la legalización de la marihuana, la decadencia del sistema educacional, la exigencia del aborto terapéutico para no morir, la igualdad de género y el respeto a la diversidad. De manera que, la eutanasia para quienes sea una imperiosa necesidad por regular, tiene lugar en estos tiempos, donde nuestras exigencias si se pueden traducir en hechos reales.

Pues en esa lucha por prolongar la vida por medio de altísimos costos materiales, psicológicos y anímicos, hay niños, ancianos, mujeres y familiares que sufren más por la muerte indigna a la que son obligados que a una muerte solicitada y meditada, sustentada por cierto en la opinión médica, en el pronóstico fatal y la tranquilidad interior de cada individuo. Posiblemente Valentina no muere por eutanasia, tal vez le queden años por seguir luchando con la enfermedad que la acongoja, sin embargo a partir de su petición a la Presidenta de la República, al menos, en la sobremesa de miles de chilenos la discusión ya estará instalada.