La Secretaría de Relaciones Exteriores de México denunció que en un lapso de diez días han muerto dos mexicanos por presuntos disparos de la policía de Estados Unidos y además condenó los actos para luego exigir una investigación sobre el segundo incidente en el que pereció Rubén García.
Según la nota de la Secretaría, emitida el miércoles, la Policía de Grapevine, condado de Tarrant, Texas violó las normas internacionales al no notificar al consulado mexicano de la muerte de García en su momento. El mexicano falleció el viernes, pero recién el martes el consulado de México en Dallas conoció el caso a través de la viuda.
México ya había emitido una nota de protesta este mes por la muerte de Antonio Zambrano Montes, un trabajador agrícola de 35 años, quien perdió la vida el 10 de febrero a causa de disparos de la policía en Pasco, estado de Washington. Recientes informes indican que los agentes tiraron 17 veces contra él alcanzándolo cinco o seis veces, después de que les arrojó piedras.
Estos hechos son “muestra reiterada de un uso de la fuerza letal de modo desproporcionado que conduce a la pérdida innecesaria de vidas, erosionando la confianza que debe existir hacia las autoridades en las comunidades en las que actúan”, afirma la Cancillería mexicana.
García, natural de Durango, fue abatido a tiros y con las manos en la cabeza, según cuentan familiares que vieron el vídeo y demandan que se haga público.