Esta mañana comenzó la cumbre organizada por el organismo ONU Mujer y el Gobierno de Chile, bajo el lema «Las Mujeres en el Poder y en la Toma de Decisiones: Construyendo un Mundo Diferente» en la Estación Mapocho. El evento cuenta con la participación de distintas autoridades y ex autoridades internacionales como son el secretario de Naciones Unidas Ban Ki Moon y la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka (sucesora de Bachelet en dicho cargo). La Cumbre pretende ser un espacio para tratar el empoderamiento y los derechos de las mujeres alrededor del mundo. Además de tratar el impacto de la participación de las mujeres en cargo de liderazgo y garantizar su participación en la toma de decisiones.
En la inauguración de esta cumbre que se desarrollará hasta mañana, la Presidenta Michelle Bachellet aprovechó la instancia para referirse a los avances en materia de género, además de mencionar las medidas que se toman para facilitar el desarrollo de las chilenas, repasó los logros legislativos que impactan a las mujeres y los que están por venir. Bachelet señaló que “en materia de liderazgo estamos modificando nuestra legislación y nuestras instituciones, para que respondan adecuadamente a los desafíos modernos en equidad”.
Bachelet además se refirió a todas las mujeres que ocupan importantes cargos políticos y sociales, se refirió a la Presidenta del Senado, Isabel Allende, a la dirigente de la CUT, Bárbara Figueroa, a su segunda administración y a las dirigentes estudiantiles. Sin embargo, reparó en que «esto podría significar que Chile es el paraíso para las mujeres. Sabemos que no, pero es una buena señal». Luego se refirió a la reforma al sistema binominal y «la presencia de las mujeres en el parlamento sólo alcanza el 16% (…) por eso es una gran noticia que la reforma al sistema electoral ya aprobada permita perfeccionar nuestra democracia y además asegurar que al menos un 40% de las candidatas al poder legislativo sean mujeres. Como saben muchos de nosotros, yo quería que fuera el 40% de las elegidas no de las candidatas, pero bueno partimos por lo menos».
La mandataria también se refirió al proyecto de ley que despenalizará el aborto terapéutico bajo tres causales y lamentó que este sea discutido por una mayoría de legisladores hombres; “Hace unas semanas enviamos un proyecto de ley para despenalizar la interrupción del embarazo que en Chile está prohibido bajo cualquier circunstancia (…) Este es un proyecto en el que las personas pueden tener distintas opiniones y requieren un debate democrático, y va a ser discutido en un parlamento compuesto en un 84% por hombres. Ese es el tipo de sesgo que tenemos que corregir» señaló Bachelet.
En la jornada «Alcanzando la meta: perspectiva sobre cómo las mujeres consiguen estar en puestos de liderazgo», Bachelet informó a los asistentes que «en Chile casi todas las organizaciones sociales tienen a muchas mujeres participando, en el mundo indígena también (…) pero muchas de ellas sólo con algunas capacidades y necesitamos apoyarlas para desarrollar otras capacidades» e incluso a seguró que de no haber sido Ministra de Defensa no habría llegado a ser Presidenta.“Es indispensable el tema de la educación y el conocimiento, para que nadie diga “llegó una mujer y no tiene idea de nada”. Perdón lo que voy a decir, hay hombres que no tienen idea de nada pero nadie diría eso. Por lo tanto creo que una gran tarea que tenemos es asegurar que las mujeres desarrollen las capacidades que requieren para la acción que están llevando adelante”.
Quién también participó de esta inauguración fue la ministra de Cultura, Claudia Barattini quien señaló que «los problemas de género no solo son de las mujeres, sino que afectan transversalmente a todo el desarrollo del país, por lo que solucionarlos implica a todo el ámbito de acción del gobierno”.Barattini agregó que “estamos comprometidos con esta lucha, por lo que adoptaremos una serie de medidas para visibilizar más el quehacer de las mujeres en el mundo de la creación, porque vemos que en este terreno también hay desigualdad en Chile y el Consejo de la Cultura también tiene un rol que cumplir en esta tarea de avanzar en los derechos de las mujeres”.
Anterior a la Cumbre, la Directora Ejecutiva de ONU Mujer, Phumzile Mlambo-Ngcuka (en la foto) aseguró que la participación de las chilenas en puestos de poder como el Senado, la Presidencia y la Alcaldía de Santiago «es un reflejo de la confianza que la sociedad chilena en el liderazgo (de las mujeres), eso es algo que falta en muchos países, lamentablemente». Por otra parte, la ministra del Sernam, Claudia Pascual señaló que «Sabemos que si mantenemos esta tendencia natural de mayor aumento (de participación femenina), todavía nos quedan 40 años para poder llegar a una igualdad plena sin ningún esfuerzo».
Contrastemos…
Esta Cumbre ha destacado los nombres de quienes han podido luchar contra la desigualdad de oportunidades, como han sido las mujeres que ocupan altos cargos de gobierno y Estado. Sin embargo, la realidad de las mujeres «comunes y corrientes» tiene una cara bastante fea que se muestra cada vez que se comete un femicidio, cada vez que se nos paga menos por el trabajo, cada vez que los medios de comunicación nos objetúan y ponen nuestros cuerpos al servicio del rating y cada vez que los sectores conservadores pretenden ir en contra de la equidad de género y los derechos de las mujeres.
A pesar de lo dañada que está la imagen de la Presidenta producto del caso Caval y sus intentos infructuosos por desmarcarse del escándalo, Bachelet goza de un gran respaldo en el Congreso que puede ser traducido en apoyo a políticas claras en pos de la equidad de género. Tiene la oportunidad de reivindicar los derechos de las mujeres y darle un lugar en su agenda «reformista» a cambios que de verdad profundicen la equidad entre hombres y mujeres. Pues a pesar de que suena muy bonito señalar a las mujeres que ocupan cargos de importancia, la verdad es que esa pareciera ser la propaganda de un país que no alcanza para todas. La verdad es que constantemente realizamos las mismas labores que los hombres y se nos paga menos, somos discriminadas porque representamos peligro y costos extras para las empresas al embarazarnos y cuando nuestros rostros ya no son jóvenes también las posibilidades de desarrollarnos se terminan.
Bachelet tiene, en este segundo mandato, la oportunidad de trabajar por un país más justo para nosotras. Tiene respaldo en el Congreso y por ello no habrá excusas para no cumplir. Con el proyecto de aborto terapéutico deberá recurrir a todas las facultades presidenciales que tenga para que ese derecho se nos devuelva y trabajar durante los años que le quedan al mando del país para que este discurso no sea sólo un documento sin valor.