La factura de la luz de Al Gore

En 2007, se conocieron antecedentes sobre el consumo de luz del ex vice presidente estadounidense y se comprobó que consumía 1


Autor: Fluna

En 2007, se conocieron antecedentes sobre el consumo de luz del ex vice presidente estadounidense y se comprobó que consumía 1.026 euros al mes, 20 veces por sobre lo que gasta un ciudadano promedio en Estados Unidos.

Luego de la polémica por el robo de información a la Inidad de Investigación del Clima  (CRU), centro de monitoreo mundial del clima, se conoció más prolíficamente cuál es el standard de vida de Al Gore, puntal de la teoría sobre el cambio climático de orígen antropogénico (humano).

Un grupo de activistas, con indiscretas cifras, reveló que la lujosa mansión donde  Gore vivía en 2007; con veinte habitaciones, ocho cuartos de baño y piscina climatizada de Al Gore, en una de las barriadas más selectas de Nashville (Tennessee), tenía un consumo eléctrico de 1.026 euros al mes.

El encargado de destapar el ‘agujero’ fue el Center for Policy de Tennessee. Según los datos  de la misma web que sacó a la luz el escándalo Lewinsky, la casa del clan Gore consumió durante el año 2006, 221.000 kilovatios-hora. A esta cifra hay que añadir otros 815 euros de gas natural.

«No me importa nada que cualquier persona se gaste una fortuna en electricidad, pero el problema es cuando uno se dedica a pontificar sobre cómo debe vivir el resto y es el primero en no seguir sus propias reglas», ha manifestado Drew Johnson, el activista que contabilizó la factura eléctrica de la familia del ex vicepresidente.

Los asesores del que fuera contrincante de Bush en la carrera por la Casa Blanca se apresuraron a justificar los datos. Así, según estas fuentes, el matrimonio Gore trabaja en casa y recibe suministro eléctrico a través de un programa de ‘green power’, de los que aspiran a estimular a través de unidades compensatorias el uso de fuentes energéticas renovables.

Además, la mansión, situada en la exclusiva barriada de Belle Meade, se encontraba en plenas obras para instalar paneles solares con el fin de reducir la gula eléctrica.

Esos esfuerzos no impresionaron a Drew Johnson. El activista conservador «apreció» la idea de los paneles, pero recordó que los Gore también tienen faroles de gas en su jardín, una piscina caldeada y puertas eléctricas.

«Aunque agradezco que haya cambiado algunas bombillas, lo cierto es que no tiene el estilo de vida por el que aboga», censuró Johnson, que en una entrevista publicada por el periódico local ‘Tennessean’ apuntó que el ex senador demócrata «gasta tanta energía en un mes como una familia media de EE UU en un año».

Luego de este episodio, algunos creyeron que con una vivienda de 930 metros cuadrados, muy superior al tamaño de la residencia tipo del sueño americano, no es de extrañar un consumo superior al de la media. Otros critican abiertamente al director de ‘Una verdad incómoda’ por no predicar con el ejemplo.

También hay quienes vieron en el informe un esfuerzo para desprestigiar al líder demócrata. Los que se apuntan a esa teoría mencionaron, por ejemplo, una investigación realizada por el ‘republicano’ canal Fox, en la que se cuestionaba el uso, y «abuso», de aviones privados por parte del ex vicepresidente en el año 2000.

Casualidad o no, el caso es que Al Gore está en el ojo del huracán tanto por  estos antecedentes como por el robo de información al CRU. Aunque a muchos no se les olvida su larga trayectoria ecologista de más de dos décadas, en las que ha sido una de las primeras voces en alertar del calentamiento global o en pedir la adhesión de EE UU al Protocolo de Kioto.

Adaptado de El Correo Digital

El Ciudadano

Vea el reportaje de El Ciudadano TV sobre la polémica acerca del calentamiento global:


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