Consejo de Derechos Humanos de la ONU: muchas opiniones, pocas acciones

El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se reúne estos días en Ginebra para debatir sobre diversos temas relacionados con la defensa de los derechos humanos en todo el mundo, tema de difícil acuerdo para los gobiernos del planeta debido a los intereses individuales -políticos y económicos- de cada país.

Consejo de Derechos Humanos de la ONU: muchas opiniones, pocas acciones

Autor: Marta Ubeda

Consejo Derechos humanos ONU

Desde el pasado lunes, representantes de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, debaten, discuten y exponen bonitos discursos sobre los derechos humanos en el vigésimo octavo periodo de sesiones celebrado en Ginebra. El supuesto objetivo de estos encuentros es implementar acciones para mejorar la situación internacional de los derechos humanos, pero la experiencia demuestra que tras las reuniones, los representantes vuelven a sus países sin haber alcanzado grandes logros en esta materia.

Es muy complicado, por no tachar de imposible, conseguir un acuerdo internacional sobre la defensa de los derechos humanos cuando los temas que se ponen sobre la mesa son el conflicto ucraniano, la emergencia en Palestina o las acciones violentas del Estado Islámico y la consiguiente islamofobia, asuntos cuanto menos controversiales.

En las primeras intervenciones, cada uno de los oradores manifestó su apoyo a los derechos humanos -obvio- y la mayoría se refirió a los logros alcanzados en sus respectivos países y mencionaron algunos de los principales desafíos a los que se enfrentaban.

Ri Su-yong

Ri Su-yong, ministro de Asuntos Exteriores norcoreano

Este martes, por primera vez, Corea del Norte se presentó en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para rechazar las acusaciones de crímenes contra la humanidad que formuló en su contra el año pasado una comisión investigadora independiente. El ministro de Asuntos Extriores norcoreano, Ri Su-yong, trató de desacreditar durante su intervención las denuncias de graves y masivas violaciones de los derechos humanos que el informe presentado por una comisión independiente de la ONU hace un año adjudicó al gobierno norcoreano.

El representante de Corea del Norte defendió que las evidencias en las que se apoyaron esas investigaciones eran «falsas» y procedían de «desertores». Ri acusó a Estados Unidos de usar los derechos humanos para derribar los sitemas sociales y políticos de ciertos países, y de utilizar «el método bien conocido de demonizar a los países desobedientes ante los ojos de la comunidad internacional para operar un cambio de gobierno«.

El conflicto ucraniano también fue mencionado durante las intervenciones de los ministros de exteriores de los países miembros del Consejo, dando lugar a un cruce de acusaciones esperado entre Rusia y los países occientales sobre cuál de los dos bandos viola en mayor medida los derechos fundamentales de los ucranianos.

Serguéi Lavrov, ministro de exteriores ruso, denunció durante su intervención las violaciones de los derechos humanos de los civiles en las zonas insurgentes del este de Ucrania por parte de las fuerzas armadas de Kiev. Lavorv reclamó al gobierno de Petró Poroshenko levantar «un bloqueo de facto» de las regiones bajo control de las fuerzas prorrusas y que se restablezca la libertad de movimiento con el resto del país.

En la esquina opuesta del ring, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, instó al Consejo a «observar los hechos y no dejarse manipular«. «En Crimea y en las áreas controladas por los separatistas en el este de Ucrania, hombres, mujeres, y niños son asesinados. Son torturados. Son violadas y atacadas sexualmente. Son detenidos arbitrariamente. Secuestrados a cambio de dinero. Forzados a trabajar. Perseguidos por lo que son y por lo que creen«, dijo.

Resulta curioso y tremendamente frívolo que Kerry acuse a los separatistas prorrusos de violentar los derechos humanos y que minutos más tarde defienda las acciones de Israel en la Franja de Gaza. El representante estadounidense acusó una vez más al Consejo de ser sesgado y de estar obsesionado con Israel al aprobar reiteradamente resoluciones que lo condenan.

El ministro de exteriores iraní, Mohamad Javad Zariz, aprovechó su intervención para hablar del islamismo y la islamofobia denunciando la utilización de forma errónea de los derechos fundamentales: «Si bien condenamos de forma correcta las expresiones de racismo y de antisemitismo, ¿por qué no hacemos lo mismo con las expresiones de islamofobia que no tienen en cuenta las creencias de millones de personas?«.

Prince Zeid Ra'ad Zeid Al-Hussein of Jordan

Zeid Ra’ad Zeid Al-Hussein, alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein invitó a los allí presentes a realizar una actividad de instrosprección y de autocrítica con las actividades de sus propios países, en lugar de limitarse a critiar lo que hacen mal el resto de naciones. «No valen excusas. Los estados alegan situaciones excepcionales. Eligen a dedo los derechos. Y bajo esa circunstancia justifican los arrestos arbitrarios y la tortura, espiar a sus ciudadanos en nombre del contraterrorismo, la discriminación a minorías porque no quieren más inmigrantes, etc«.

Zeis argumentó que la discriminación responsable de la mayor parte de las violaciones de los derechos humanos, no se ha generado espontáneamente, «la mayoría de las violaciones a los derechos humanos son el resultado de una elección política, que limita la libertad y la participación, y crea obstáculos para poder compartir de forma justa los recursos y las oportunidades«, concluyó.

El Consejo de Derechos de la ONU tiene todavia pendiente abordar temas como el impacto del cambio climático en los derechos humanos, las políticas nacionales, los derechos infantiles, el racismo, la cooperación técnica, la deuda externa, la alimentación y los conflictos armados.


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