Tras analizar subtítulos de películas en árabe, tuits de Corea, novelas negras rusas, páginas web en chino, letras de canciones en inglés y hasta titulares de periódicos, los investigadores encontraron que en todos los lenguajes dominaba el sesgo hacia el uso de palabras felices.
A pesar del chaparrón de insultos en las redes sociales, las películas de terror y las abundantes noticias sobre desastres, el estudio de los «átomos del idioma, las palabras sueltas» llevó a la conclusión de que el lenguaje en sí tiene una perspectiva positiva.
Los científicos del Laboratorio de Computación de la Universidad de Vermont, con el apoyo de la Fundación Nacional de Ciencia y la Corporación MITRE, identificaron las diez mil palabras más utilizadas en cada uno de los diez idiomas analizados: inglés, español, francés, alemán, portugués de Brasil, coreano, chino simplificado, ruso, indonesio y árabe.
A continuación, pidieron a hablantes nativos de cada lengua que evaluaran todas estas palabras de uso frecuente en una escala de 1 a 9, con signos que abarcaban desde una cara con el ceño fruncido a una amplia sonrisa. Con esos datos, reunieron cinco millones de puntuaciones individuales de palabras. En inglés, por ejemplo, “risa» promedió 8,5 puntos; «comida» 7,44; «camión», 5,48 «, «avaricia», 3,06 y «terrorista», 1.3.
El rastreo de Google de webs en español produjo la mayor puntuación media de palabras positivas, mientras que el de libros chinos tuvo la más baja, pero en todos los casos las fuentes de las palabras que analizaron de forma sesgada se situaban por encima del aprobado –un cinco en la escala de uno a nueve– fuera cual fuera el idioma. Siempre se daba «un sesgo de positividad». En resumen, fijándose en las palabras que la gente usa más a menudo en la vida cotidiana, los seres humanos usamos más términos alegres que tristes.