Este martes se darán a conocer los nombres de quienes conformarán parte de la comisión asesora presidencial que propondrá un marco que regulará los vínculos entre el dinero y la política. A la instancia fueron invitados los presidentes de los partidos políticos tanto de la Alianza como de la Nueva Mayoría, situación que generó molestia por parte del presidente del MAS, senador Alejandro Navarro.
A juicio del parlamentario “la presencia de Ernesto Silva, presidente de la UDI, en la creación del Comité Asesor Presidencial para regular la relación dinero-política, es improcedente y provocadora”.
Para Navarro la participación de Ernesto Silva “contamina la creación del Consejo Asesor”. Y argumentó “que Silva siendo presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados durante el año 2012, y teniendo más de 12.000 acciones en la isapre Banmédica perteneciente al grupo Penta, rechazó la indicación que terminaba con la discriminación por sexo y edad en las isapres, favoreciendo este millonario negocio. Esa jugada revela uno de los modus operandi entre Penta y la UDI”, indicó.
Por este motivo el parlamentario reiteró que “la UDI está inhabilitada ética y moralmente para pronunciarse sobre financiamiento electoral mientras Ernesto Silva siga en la presidencia. Además dos de sus senadores, Iván Moreira y Ena Von Baer, están citados a declarar en el marco de la investigación del caso Penta por imputaciones en su contra”.
Junto con rechazar el eventual acuerdo con la UDI, Navarro recordó que “este tipo de pactos con la derecha ya han fracasado anteriormente, cuando se discutió en el año 2004 la ley de financiamiento electoral, hubo un acuerdo entre José Miguel Insulsa y Pablo Longueira para crear por primera vez en Chile un sistema de financiamiento público a campañas políticas. Es la criatura que nos sigue hoy y que advertimos en esa oportunidad todas sus falencias».
Para finalizar, Navarro dijo que “una comisión de expertos es insuficiente” y que “sólo una Asamblea Constituyente, que defina de nuevo las reglas, puede devolver la legitimidad a la política. De lo contrario, con un nuevo acuerdo de manitos alzadas, Chile arriesga aumentar el abstencionismo, lo que solo beneficia a la derecha empresarial”.