Basada en un hecho real. Rusia-Moscú-1905. La situación ha llegado al extremo en que la sangre de inocentes se acumula en las calles. Un grupo de terroristas revolucionarios llamados Organización de Combate, se reúnen clandestinamente a planificar el asesinato del gobernador de Moscú, Gran Duque Sergio. Con este acto simbólico en que sacrificarán sus vidas, levantarán su proclama contra la tiranía del Zar, contribuyendo a la liberación del pueblo y el camino a la revolución. En el momento del atentado, «Yanek», el joven responsable de lanzar la bomba, se arrepiente de hacerlo pues junto a la compañía del Duque se encontraban niños. Este acto divide a la organización, develando dudas, contradicciones, y levantando preguntas que cruzando el tiempo continúan en el presente:
¿Qué es ser justo? ¿El fin, justifica los medios? ¿Debe ser permitido sacrificar vidas humanas al amparo de un ideal?
La violencia, ¿Un medio para la solución de nuestros problemas o un efecto que tenemos que cambiar?
La obra, por medio de sus representativos personajes, en una puesta en escena que reflexiona sobre las formas contemporáneas y dialécticas de la teatralidad, expone distintas visiones sobre lo que podríamos llegar a considerar hoy como Justicia y Violencia.
Se ha dicho en la crítica:
La muerte del Gran Duque Sergio en el año 1905 es lo que sirvió a Camus para construir esta historia que nos habla no solo de la muerte sino además del asesinato como un ejercicio de justicia. Matar un hombre es más difícil que matar la idea cuando se le mira a los ojos. Eso lo sabemos. Igual como lo sabe y lo ha sabido siempre el poder dominante que, lejos de ser imparcial, ha sabido tildar de Terroristas a todo aquel que ponga la violencia en medio de un conflicto, pero que no ha tenido nunca el valor de reconocer que esa misma violencia es aún más terrorista cuando se ejerce sobre el indefenso. ¿A qué me refiero con esto? Digo que hasta el día de hoy se cataloga de terrorista a los que pusieron la bomba al Duque, tal como se tilda de terroristas a los que ejecutaron en Chile los atentados contra la dictadura, pero jamás se ha dicho que el Estado es terrorista por matar o quemar a los detractores, aún cuando sabemos que sus conductas imprimen más terror que cualquier cajero explotando en la noche.
El montaje
Ernesto Orellana desarrolló un trabajo impecable y le dio vértigo y elegancia a una historia dura y difícil. La gracia es que pudo traer para un público chileno ese lenguaje de revolución que puede resultarnos muy ajeno, ya que no estamos acostumbrados a enfrentar el poder por la acción y mucho menos por las armas. En ese sentido la obra es dialogante, a pesar de su dificultad, volviéndose rápida y violenta al mismo tiempo. Además la escenografía, los tiempos y los elementos de iluminación y video son utilizados con una destreza que sorprende y entretiene (Arturo Ledezma en El Dínamo)
FICHA ARTÍSTICA:
Dramaturgia: Albert Camus
Dirección: Ernesto Orellana
Elenco: Claudia Cabezas, Nicolás Pavez, Tamara Ferreira, Guilherme Sepúlveda, Trinidad González y Claudio Riveros
Diseño Integral: Jorge Zambrano
Composición Musical: Marcello Martínez
Realización de Vestuario: Muriel Parra y Felipe Criado
Peinados: Giovandy
Téaser audiovisual: Andrés Urrutia
Producción: Teatro SUR.
Del 12 al 29 de Marzo de 2015.
Jueves a Sábado 20:30 hrs. Domingo 20:00 hrs.
Entrada general $5.000.- Estudiantes y Jueves popular $3.000.-
Teatro SIDARTE. Ernesto Pinto Lagarrigue 131. Barrio Bellavista.
Reservas: 2 777 19 66/ [email protected]