Aunque lo nieguen, el caso Penta quebró la directiva de la UDI. A raíz de la vinculación de algunos de sus miembros en el caso de financiamientos irregulares de campañas electorales y el nexo de los miembros de la directiva con los controladores del holding, las presiones al interior de la tienda quedaron demostradas con las críticas emitidas desde los propios personeros de la UDI que se han visto salpicados por el Pentagate.
Tras la renuncia de Ernesto Silva de la presidencia de la UDI, ha surgido la interrogante sobre quién lo sucederá. Desde el mismo partido se manejaron algunos nombres como el de Javier Macaya -actual secretario general de la colectividad- Andrés Chadwick -quién nunca ha presidido la tienda y no se vio involucrado en el caso Penta- Hernán Larraín también se suma como posible candidato, José Antonio quien dicen, es la carta de Ernesto Silva. También suena fuerte, Víctor Pérez quien fue un duro critico a la gestión de Silva y quien presionó para que Ernesto Silva renunciara. Finalmente también salió el nombre del alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, aunque este último ha destacado que no tiene intenciones de ser el timonel del partido «popular».
Por otra parte, el paso al lado de Silva ha sido calificado como heroico por sus compañeros de partido. Javier Macaya, el secretario general del partido que ayer escoltó a Silva en su renuncia, considera que la acción del ahora ex presidente, fue «valiente» y «generosa». Macaya sostuvo que «No he visto a presidentes de partidos dejar sus cargos para dar oxígeno y viabilidad (al partido). Eso demuestra generosidad y valentía para enfrentar este momento».
En tanto, esta mañana, el ex timonel de la UDI, Patricio Melero señaló que la renuncia de Silva no responde al caso Penta sino a otros sucesos derivados del caso. En conversación con CNN Chile, Melero señaló que «se generaron un conjunto de situaciones derivadas del caso Penta que llevan al partido a enfrentar esta situación». Además, agregó que Silva «siempre tuvo disposición a renunciar, y no lo hizo antes porque concordábamos en que no había una razón fundamental para que él dejara el cargo». Melero dijo que «Él siente que dirigiendo este proceso genera más dificultades que los elementos necesarios para salir adelante». A su juicio la salida de Silva es el primer paso para recuperar la credibilidad y la confianza de la UDI ante la opinión pública. Sin embargo, no comparte la tesis de que hay un quiebre al interior del partido sino que diferencias sobre cómo actuar, e incluso señaló que «el proyecto de la UDI es intachable».
Por otra parte, el senador RN, Alberto Espina opinó que la renuncia de Silva y Moreira fue tardía. Sin embargo, señaló valorar las renuncias de los UDI. Espina sostuvo que «lo que han hecho es un paso razonable. Eso contribuye a que puedan concentrarse en los aspectos que corresponden y espero que les vaya bien».
Sin embargo, tal como dijimos ayer, la renuncia de Ernesto Silva a la presidencia de la UDI no lo exculpa de sus responsabilidades penales, ni mejora su imagen dañada con el escándalo Penta y la evidente relación cercana con los controladores de Penta. Además de su legislación en favor de las isapres en la votación del año 2012, donde rechazó la indicación que terminaba con la discriminación por sexo y edad en las isapres, favoreciendo este millonario negocio.
La salida de Ernesto Silva podría ser una buena señal si es que la UDI diera paso a nuevas generaciones de militantes más progresistas y menos conservadores que los clásicos rostros dirigentes de la tienda. Pero, más allá de la renuncia de los Penta-involucrados de su propio partido, la renuncia esperada es la de los legisladores que ocupan un escaño en el Congreso, por medio de campañas financiadas irregularmente, como es el caso de Iván Moreira y Ena Von Baer. La ciudadanía ha exigido que estos políticos dejen sus puestos en el Congreso, pues sus cargos tienen un origen ilegítimo.