Este jueves comienza en Italia la segunda audiencia del jucio sobre la Operación Cóndor, un plan ideado por Augusto Pinochet y otros dictadores del Cono Sur para «silenciar» a aquellas personas que se oponían a los regímenes dictatoriales.
Mediante este juicio celebrado en el Tribunal de Roma, la Justicia de Italia pretende esclarecer el asesinato de una veintena de italianos por la Operación Cóndor llevada a cabo entre los años 1970 y 1980.
El pasado 12 de febrero, la III Seccion Penal del Tribunal de Roma acogió la primera parte del jucio que no se logró concluir. Este jueves la vista tendrá lugar en el aula búnker de la prisión romana de Rebibbia y estará presidida por al jueza Evelina Canale. La acusación será ejercida por Giancarlo Capaldo, el fiscal que se ha encargado durante más de diez años de tratar de aclarar las desapariciones y muertes de una veintena de ciudadanos italianos en el marco de la Operación Cóndor.
Durante la sesión de este jueves se establecerán previsiblemente las partes civiles, se presentarán las pruebas, la lista de testigos y de expertos admitidos, y se fijará el calendario para las próximas audiencias.
Los imputados son un total de 32, todos ellos miembros de las Juntas Militares de Bolivia (1), Chile (11), Perú (4) y Uruguay (16).
Los chilenos acusados son Juan Manuel Guillermo Sepúlveda -Manuel Contreras-, jefe de la DINA; Daniel Aguirre Mora, exprefecto de la Policia; el militar Sergio Víctor Arellano Stark; el brigadier Pedro Octavio Espinoza Bravo; el expolicía Carlos Luco Astroza; el coronel Marcelo Luis Moren Brito, el suboficial Orlando Moreno Vázquez, el coronel Hernán Jerónimo Ramírez, el coronel Rafael Francisco Ahumada Valderrama, el excomandante Luis Joaquín Ramírez Pineda y el brigadier Manuel Vásquez Chahuan.
La Operación Cóndor fue un plan ideado por Pinochet junto a otros regímenes dictatoriales del Cono Sur con la colaboración de Estados Unidos llevado a cabo entre los años 1970 y 1980. La operación se basaba en el seguimiento, vigilancia, detención, crueles interrogatorios, desapariciones y muertes de aquellas personas que los regímenes dictatoriales consideraban subversivas e incómodas por ser contrarias al ideal político impuesto por las dictaduras militares de la región.
La Operación Cóndor fue, por lo tanto, una organización clandestina internacional mediante la cual los gobiernos represivos llevaban a cabo prácticas de terrorismo de estado que incluyeron la desaparición y muerte de decenas de miles de personas opuestas a las dictaduras.