Congreso español insta al gobierno a retirar símbolos religiosos de los centros escolares. Se señala que las consideraciones del Tribunal Europeo están en consonancia con los artículos 16 y 27.3 de la Constitución española, que garantizan el derecho de libertad religiosa y de culto y el de los padres a que los hijos reciban la formación moral y religiosa acorde con sus propias convicciones.
La Comisión de Educación del Congreso ha instado ayer miércoles al Gobierno a que se retiren los símbolos religiosos de los centros educativos, tras aprobarse una iniciativa del grupo de ERC-IU-ICV, gestionada por el PSOE.
La propuesta final, aprobada por 20 votos a favor (ERC-IU-ICV, PSOE y grupo mixto) frente a 16 en contra (PP y CiU), contaba con una enmienda transaccional del grupo socialista en la que se pide trasladar a los centros escolares la jurisprudencia establecida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Los parlamentarios citan la sentencia conocida el 3 de noviembre pasado que establece que la presencia de crucifijos en las aulas públicas «vulnera» el artículo 9 de la Convención Europea de Derechos Humanos, al «restringir» el derecho de los padres de educar a los hijos en sus propias convicciones y de libertad religiosa del alumnado.
En segundo lugar, se propone que se fijen «los mecanismos adecuados» para que los padres puedan reclamar de manera efectiva la retirada inmediata de simbología religiosa de las escuelas donde estudien los hijos.
Según la exposición de motivos, las consideraciones del Tribunal Europeo están en consonancia con los artículos 16 y 27.3 de la Constitución español, que garantizan el derecho de libertad religiosa y de culto y el de los padres a que los hijos reciban la formación moral y religiosa acorde con sus propias convicciones.
Así, interpreta ERC-IU-ICV, estos derechos y el carácter neutro y no discriminatorio del Estado se ponen «en cuestión» por la presencia de los crucifijos en las aulas públicas.
También se alude al fallo de hace un año de un juzgado de Valladolid que consideró que los crucifijos en las aulas contravenían la Constitución.
«Asimismo, la retirada de los símbolos religiosos de las escuelas garantiza los derechos de los creyentes de otras religiones y de los no creyentes, pero sin lesionar ningún derecho de los creyentes de la religión que mantiene los símbolos», concluye la exposición de motivos.
En Venezuela, a raíz de la aprobación de la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE), un Cardenal venezolano reaccionó molesto y hasta se atrevió a denunciar que en el país el gobierno estaba «sacando a Dios de las aulas». Ante la decisión del Congreso español, cabe preguntarse si este jerarca de la iglesia tendrá la misma opinión de las autoridades del Reino de España.
EFE/Agencias/VTV