Quédate atento durante unos minutos a la imagen de las líneas verticales blancas y negras, a continuación a la de las líneas horizontales blancas y negras. Notarás que aparecerán líneas de colores en movimiento. Esta ilusión se llama McCollough, la cual induce a la mente a una alteración que puede durar, en casos extremos después de mirarla por más de 15 minutos, hasta 3 meses (aunque generalmente sólo dura 1 día).
A diferencia de otras imágenes que crean una ilusión óptica a través de los colores, este efecto parece sobreponerse a cualquier objeto que se ve y la duración es muy breve. Esto depende de la orientación de la retina (al voltear la cabeza se invertirán los colores percibidos), por lo que el efecto sobre un ojo no genera el mismo efecto sobre el otro (aun si existe una interacción entre ambos). Al parecer la ilusión es más efectiva con personas extrovertidas que introvertidas.
Esta ilusión con efectos duraderos en el cerebro fue descubierta por Celeste McCollough, psicóloga estadounidense, en 1965. Ella explicaba que, bajo la premisa neurofisiológica, el efecto provoca la adaptación de las células en el núcleo geniculado lateral, diseñado para corregir cualquier error cromático en el ojo. Esta adaptación celular tiene lugar específicamente en la corteza visual, en respuesta a los colores y la orientación que influyen en áreas monoculares como la hipercolumna cortical (en el lóbulo frontal).
Los efectos de alteración mental de esta ilusión llegan a impedir al sujeto dar una respuesta apropiada a los estímulos sensitivos y sensoriales de su medio ambiente, por lo que termina afectando las creencias, los pensamientos, las sensaciones y las conductas. Así que, al inducir la alteración de conciencia, una persona puede llegar a un estado de psicosis (temporal). Mejor dicho: tal vez, no te quedes viendo unos minutos esta ilusión –o, si no nos crees, hazlo bajo riesgo de tu salud mental.
Fuente: PS