La pasada semana, comunidades mapuche de los sectores de Curarrehue y Pucón, representadas por sus autoridades ancestrales y acompañadas por un numeroso grupo de ciudadanos comprometidos con la defensa de los ríos, enviaron un claro mensaje a la máxima autoridad regional, intendente Francisco Huenchumilla:
No queremos hidroeléctricas en los ríos de La Araucanía
Ni hidroeléctricas, ni pisciculturas, ni forestales ni minería. Ningún proyecto invasivo que permita seguir devastando el territorio de La Araucanía.
Esto en el marco de la reunión a la que convocaron a las autoridades luego de que la pasada semana detuvieran a encargados del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y la empresa Besalco, titular del proyecto Puesco-Momolluco que pretendían ingresar a la inspección a terreno que tenían prevista y sobre la que no dieron aviso a las comunidades.
En la ruka de la Feria Walüng en Curarrehue fueron convocados tres representantes del SEA -entre los que se encontraba Ricardo Moreno, director regional del servicio- y un representante de la Seremía de Medio Ambiente de la región, a quienes los presentes encomendaron la tarea de transmitir a la intendencia el referido mensaje, junto con solicitar una visita in situ de este para trasladarle las inquietudes, la que, según lo denunciado, ya habría sido aplazada en varias ocasiones.
Además, procedieron a denunciar de forma concreta los diferentes proyectos que actualmente amenazan el territorio, siendo que a la hidroeléctrica Pangui, de la empresa RP El Torrente Eléctrica S.A, aprobada a pesar del fuerte rechazo mostrado por la ciudadanía, se le unen ahora 4 amenazas más (ingresadas al Servicio de Evaluación Ambiental).
Por un lado el proyecto “Central Hidroeléctrica Añihuerraqui”, de la empresa GTD Negocios, que pretende la instalación de una hidroeléctrica de pasada (9MW) en el río de mismo nombre, interviniendo lugares de enorme importancia para la cultura y espiritualidad del pueblo mapuche.
Iniciativa a la que se suma el proyecto de la empresa Epril y el de la empresa Besalco, ambos en proceso de aprobación. La iniciativa Puesco-Momolluco, de Besalco, es especialmente controversial por las facilidades que su concreción supondría para la instalación de nuevas hidroeléctricas -en los ríos de los sectores de Pucón y Curarrehue hay otorgados 59 derechos de aprovechamiento hidroeléctrico (22 y 37 respectivamente)- así como para la de negocios forestales y pisciculturas.
Esto porque además de contemplar la instalación de dos centrales hidroeléctricas -Central Hidroeléctrica Puesco (CH Puesco) y Central Hidroeléctrica Momolluco (CH Momolluco), de 19,8 y 19,9 MW respectivamente- supedita su implementación a la construcción de dos subestaciones eléctricas y a una línea de transmisión de aproximadamente 52 kilómetros que conectaría la energía generada con el Sistema Interconectado Central (SIC), carretera eléctrica que se convertiría en la puerta de acceso para el resto de proyectos.
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Impiden desarrollo de reunión de participación ciudadana
En el marco del proceso de «participación ciudadana» realizado por el SEA para el proyecto Puesco-Momolluco y en consecuencia con lo sostenido en la mencionada reunión del pasado miércoles, vecinos y organizaciones impideron hoy a empresarios y representantes del Servicio acceder para sostener la pertinente reunión.
«En base a lo acordado con el director del servicio Ricardo Moreno en el Trawün realizado en Pichi Curarrehue la semana pasada los vecinos exigieron se respeten los acuerdos enunciados ese día y emplazaron a las autoridades a un encuentro con el Intendente regional Francisco Huenchumilla, quien preside el comité a cargo de determinar la aprobación o rechazo de los mencionados proyectos», señaló Fede Medina, kayakista e integrante del movimiento opositor.
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