Varias declaraciones ha dado en las últimas semanas la ex candidata presidencial de la UDI, Evelyn Matthei, anunciando su regreso a la política en medio de los escándalos de Penta y Soquimich. La hija de general acusó al Ministerio Público de carecer de imparcialidad para investigar, describió a Carlos Gajardo como un “fiscal de izquierda” y llegó a afirmar que usar boletas falsas para defraudar al Fisco es una práctica “comúnmente aceptada” en Chile, que sólo debe resolverse por la vía administrativa.
Aprovechando también de basurear la reforma laboral que impulsa el actual gobierno, Matthei reprochó la conducta del Servicio de Impuestos Internos – crítica compartida por parlamentarios de ambos sectores políticos – al no presentar querellas por la arista SQM.
Distinta, sin embargo, fue la postura que tomó la ex presidenciable en 2012 cuando era ministra del Trabajo y la minera de Julio Ponce Lerou, ejecutivo protagonista del caso Cascadas, fue condenada por la justicia antofagastina al incurrir en prácticas antisindicales contempladas en el Código laboral.
El fallo de la jueza María López Pérez, titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Antofagasta, estableció que la empresa SQM SALAR S.A. afectó la libertad de negociar colectivamente en forma reglada, a objeto de que los trabajadores y sindicatos pudieran ejercer su derecho a huelga.
En la misma época, los dirigentes sindicales Nelson Pérez y Pedro Cáceres, presidente y secretario de la Federación Nº 3 de SQM, concurrieron a la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados para denunciar una serie de accidentes laborales por la escasa seguridad en sus faenas.
De todo esto – en un gobierno que toleraba tener como ministro de Minería al ingeniero Hernán de Solminihac, hermano del actual gerente de SQM, y como subsecretario de esa cartera al ahora preso Pablo Wagner – nada dijo Matthei.