“Soy viviente del sector cordillerano, del sector Icalma. El incendio se produjo el día sábado y desde el día siguiente me he acercado a la zona del fuego para intentar ayudar, como habitante de la zona. La verdad es que estamos muy demasiado preocupados, nuestros loncos, dirigentes, han estado haciendo rogativas para que el de arriba (chau gnechen) nos dé una manito. Para que nos mande agüita porque es un incendio que está fuera de control, fuera de control”.
Estas son las dramáticas palabras de Iván Cayuqueo, histórico dirigente de la comunidad Pedro Calfuqueo, de Icalma, ubicada al costado norte del cuasi fronterizo Lago del mismo nombre.
Explica: “el fuego no se puede controlar, por la razón que son bosques milenarios: araucarias, coigües, ñirres, lengas y una vegetación de quilantales. Los pehuenes o araucarias son muy combustibles y explotan cuando se queman, lo que hace que una vez que ya prenden, el fuego se expanda con facilidad”.
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El fuego, que nació en la reserva de China Muerta, se ha distribuido en tres sectores: en dirección hacia elParque Nacional Congullío, donde el fuego ya entró; hacia la comunidad de Quinquén y hacia la comunidad Pedro Calfuqueo, de Icalma.
Narra que personal de Conaf le explicó que para apagar una sola araucaria milenaria se requieren siete baldadas de uno de los helicópteros que están atacando el fuego. “Y aquí estamos hablando de miles de araucarias, es un tema muy delicado. El incendio está descontrolado”.
Dice el dirigente de la comunidad Pedro Calfuqueo que los recursos entregados por el gobierno para apagar este incendio “son absolutamente insuficientes”. “Lo que tiene que hacer el gobierno es inyectar más recursos, más aviones pero de esos hidroaviones grandes, que lanzan mucha agua, porque con esos aviones y helicópteros chiquititos es poco lo que pueden hacer”.
“Nosotros le queremos pedir al Gobierno que pueda invertir más y mejores recursos para que este incendio se pueda controlar. Tienen que ser equipos aéreos porque por las características complejas del terreno –boscoso y montañoso- el ataque al fuego requiere ser hecho fundamentalmente desde el aire”, señala Cayuqueo.
Este wentrü (hombre) pehuenche piensa que los medios de comunicación y los gobiernos: nacionales y locales, “están más abocados a ver lo que pasa en el volcán Villarrica que al incendio que tenemos acá en la cordillera, que no es menor!”.
Por lo mismo, protesta: “p’ta… el Villarrica se tira un peo y allá van todos, pero resulta que acá –el Pewén Mapu– se está quemando y no llega nadie”.
Fotografía: Francisco Marin Castro – Icalma
Iván Cayuqueo informa: “tengo entendido que hoy –sábado 21 de marzo- viene una brigada desde Argentina a darnos una mano, pero está muy complicado: la gente se está desesperando, hay animales quemados, tenemos que mucha gente está sacando sus animales, las pezuñas, es horrible, ¡horrible!”.
Agrega: “¡Llevamos 3.800 hectáreas quemadas! El fuego sigue creciendo día y noche, y no se ha podido controlar”.
Dice Iván que la gente de todas las comunidades pehuenches de Icalma, Quinquén y sus alrededores “estamos haciendo todo lo posible para apagar el fuego. Hoy día tenemos una reunión para poder coordinar en terreno que es lo que podemos hacer”.
Remata Cayuqueo: “Nosotros hacemos un llamado nacional e internacional para que nos ayuden a apagar el fuego”.
“Ojalá que nuestro llamado sea bien valorado… nosotros necesitamos que el Gobierno de mas auge al tema y se inyecten más recursos para atacar el fuego. Necesitamos maquinarias pesadas para hacer cortafuegos, aviones grandes”, clama el pehuenche.