Grecia y la Unión Europea continúan negociando cómo debe actuar el país heleno para devolver la deuda que tiene contraída con Europa a raíz del rescate financiero que recibió Grecia en 2010 y que aún no ha sido completado. La Troika obliga al país heleno a imponer medidas de austeridad y recortes que el gobierno de Syriza se niega a aprobar debido a que los últimos cuatro años de políticas asfixiantes en Grecia demuestran que la austeridad no es precisamente la forma de salir de la crisis.
En las últimas negociaciones llevadas a cabo entre representantes del gobierno de Alexis Tsipras y la Unión Europea, los griegos se han negado rotundamente a llevar a cabo las reformas laborales y las modificaciones en el sistema de pensiones que propone la Troika como método imprescindible para completar el programa de rescate con la entrega del último tramo de 7.200 millones de euros. Estos recortes permitirían la reducción de los salarios y de las pensiones, por lo que Syriza se opuso de manera tajante ante la Unión Europea a aprobar este tipo de medidas que no harán otra cosa que empobrecer -más aún- a la población helena.
«No hay ninguna posibilidad de tomar medidas que favorezcan la recesión, sea recortar salarios o pensiones o una desregulación que permita despidos masivos«, declaró el primer ministro, Alexis Tsipras, en una entrevista concedida a un diario griego.
Lo que el Gobierno griego sí estaría dispuesto a hacer como muestra de la voluntad helena para solucionar todo lo referente a la devolución de la deuda, es mantener un impopular impuesto del patrimonio que el partido Syriza prometió abolir durante su campaña electoral, según la información publicada por El Diario. A través de este impuesto, el Estado podría recaudar unos 2.500 millones de euros, cantidad que cubriría gran parte de tres mil millones que Grecia precisa.
Fuentes cercanas al gobierno de Grecia aseguraron que las negociaciones entre el país heleno y la Unión Europea se están desarrollando en Bruselas en medio de un clima de cooperación, ya que todas las partes allí presentes coinciden en que las medidas fiscales que se adopten deben aumentar la carga impositiva de los ingresos altos y reducirla de los bajos.
Por el momento no se conocen con precisión las propuestas que Grecia llevará a cabo para enfrentar el pago de la deuda, pero los medios hablan de lucha contra la evasión fiscal y la morosidad, de proyectos de privatización y de reformar los tipos impositivos.