Son muchos, cada vez más, los expertos que se pronuncian contra Monsanto por los riesgos para la salud que entrañan sus productos transgénicos, unos productos que se comercializan por todo el mundo haciendo de esta cancerígena empresa, una de las más grandes del planeta. Por ello, no es de extrañar que Monsanto se haya preparado específicamente para hacer frente a las críticas emitidas por expertos sobre sus productos creando un departamento especial para desacreditar tales afirmaciones.
Durante una reunión, uno de los estudiantes presentes preguntó qué hace la empresa para invalidar «la mala ciencia» que obstaculiza su trabajo. Ante esta cuestión, el empleado William Moar, respondió revelando una información importante: Monsanto tiene un departamento interno dedicado a desacreditar aquella ciencia que no está de acuerdo con la suya.
Todo en este mundo es cuestionable, hasta la ciencia; y ese argumento es el que Monsanto usa para desacreditar toda información científica que se oponga a sus productos.
La periodista Cristina Sarich afirma que Moar admitió públicamente que la ciencia financiada por Monsanto es pura propaganda usada para encubrir la realidad del riesgo para la salud que supone el uso de sus productos, como es el caso del herbicida glifosato
Hace unas semanas, la Organización Mundial de la Salud, alertó sobre la vinculación del herbicida glifosato de Monsanto (el más usado en el mundo) y el cáncer. La OMS confirmó que existen pruebas de que el herbicida puede producir cáncer en humanos y en animales. El trabajo científico llevado a cabo por la organización detalla que se detectó glifosato en agua, alimentos, y en la sangre y orina de humanos. Este herbicida se usa de manera masiva en el cultivo de soja y maíz transgénico. Por el alto riesgo que entraña para la salud, organizaciones médicas, científicas y sociales de todo el mundo llevan años denunciando su uso para lograr su detención.