Enriquez-Ominami insiste en que no apoya a nadie en la segunda vuelta

Enríquez advierte que un eventual triunfo de Piñera sería un «retroceso histórico» y que el cambio que el candidato derechista propone es un espejismo


Autor: Mauricio Becerra


Enríquez advierte que un eventual triunfo de Piñera sería un «retroceso histórico» y que el cambio que el candidato derechista propone es un espejismo. A la candidatura de Frei le recomendó como «acto de decencia política» la salida de algunos dirigentes de partido.

El derrotado Marco Enríquez-Ominami, que resultó tercero en las elecciones presidenciales celebradas el domingo con el 20,13% de los votos, reiteró hoy que no instará a sus seguidores a votar por ninguno de los dos aspirantes que irán a una segunda vuelta.

«A no engañarse porque Sebastián Piñera no es el cambio y las diferencias del empresario con Eduardo Frei ‘son casi invisibles», aseguró el ex militante del Partido Socialista en un acto en la humilde Población de La Legua, al sureste del centro de Santiago.

El derechista Sebastián Piñera se alzó ayer como ganador en primera vuelta con el 44,05% de los votos, frente al candidato oficialista, Eduardo Frei, que logró el 29,60%, guarismos que obligan a los dos a ir a una segunda vuelta el próximo 17 de enero.

En opinión de Enríquez-Ominami, un eventual triunfo de Piñera sería un «retroceso histórico» y, respecto a Frei, sostuvo que es «imprescindible un acto de decencia política» que se materialice con la salida de algunos dirigentes del oficialismo, para así marcar la diferencia de su proyecto con el que ofrece el abanderado de la oposición.

«De esta realidad arranca nuestra convicción de que Piñera es el candidato de un mundo conservador, de una derecha que es particularmente conservadora y sería un retroceso histórico su elección», acotó.

«No nos engañemos, el cambio propuesto por Sebastián Piñera es un espejismo», indicó el candidato derrotado, que matizo su apreciación al afirmar que él no es dueño de los anhelos de los votantes y que, por lo tanto, eso le «hace imposible cualquier pretensión de endosar los votos» que obtuvo a una u otra de las candidaturas finalistas.

Dijo que él y sus adherentes no participan en esas prácticas y que no le parece justo ni honraría el apoyo que le han brindado intentar «abusar de esa confianza».

«Entre Piñera y Frei, lo único distinto son los sectores sociales que los apoyan, por lo tanto no nos engañemos», añadió.

Enríquez-Ominami recalcó que el problema en la Concertación oficialista ha sido la dirección de los dirigentes de los partidos que la conforman, que han velado por sus privilegios personales antes que por el debate de los intereses nacionales.

EFE

El Ciudadano


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